22 de octubre de 2006

Contribución al conocimiento de la distribución de helechos en el término municipal de Yecla

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  • Artículo publicado en la Revista ATHENE nº 13 (Anida). Diciembre 2003

    CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO DE LA DISTRIBUCIÓN DE LOS HELECHOS EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE YECLA.
    Por Antonio García Serrano y Francisco José Carpena Chinchilla.

    1. Introducción.
    Desde hace unos años comenzamos a centrar gran parte de nuestra actividad de campo en el conocimiento y estudio de la flora local, fruto de estos esfuerzos son por ejemplo los catálogos de flora editados sobre el Arabí, el Serral, Umbría del Fator, etc.
    Uno de los hechos que nos sorprendió es la variedad de helechos que se presentan en nuestros montes, pues estos generalmente se asocian con ambientes más húmedos que los que disfrutamos en Yecla.
    Como decíamos antes, las salidas al campo realizadas con motivo de la publicación “Las Claves del Monte Arabí”, los artículos “Avance del Catálogo de Flora de la Sierra del Serral” y “Estudio y Delimitación de la población de Boj (Buxus sempervirens) en la Sierra de la Magdalena. Yecla Murcia” publicados en el boletín Athene nº 10 y nº 11 respectivamente y la elaboración del Mapa Ecológico del Término Municipal de Yecla, nos han proporcionado información sobre el número de especies de helechos presentes y su distribución en el término de Yecla.
    Cabe señalar la escasa bibliografía existente sobre el tema referido a este Término Municipal, aspecto en el que hemos tenido la inestimable colaboración del Dr. Francisco J. Alcaraz Ariza, el cual nos ha aportado información sobre diversas especies y distribución.
    Todo esto ha propiciado el presente artículo que tiene como objetivo recopilar y unificar la información existente sobre las diversas especies de helechos y su distribución y acercarla al lector, huelga decir que no es un estudio exhaustivo, sino como bien dice el título, una contribución al conocimiento de la distribución de estas especies en nuestra tierra.

    2. Aspectos generales.
    Los pteridófitos están entre las plantas más antiguas de la tierra, donde viven desde hace más de 200 millones de años. Están distribuidos por todo el mundo, unas 12.000 especies constituyen los helechos, de los que un 70 -80% se encuentran en las regiones tropicales y subtropicales, el resto vive en las regiones templadas (Ver foto nº1).
    Los helechos poseen tejido vascular (tejidos conductores), hojas y raíces con funciones de absorción de agua y nutrientes. No poseen flores, ni semillas como el resto de plantas vasculares, sino que se dispersan por esporas (plantas criptógamas). (Ver figura nº1)
    Existen dos grupos en Yecla de los cuatro que se conocen: Equisetofitinos y Filicofitinos.
    Del grupo Equisetofitinos existe sólo un género (Equisetum). Son las famosas “colas de caballo”. En la Penínusla Ibérica se conocen 8 especies, 4 en la Región de Murcia (6) y 1 en Yecla.
    Del grupo Filicofítinos existen en el mundo unas 11.000 especies, desde los que no superan el centímetro hasta los tropicales que alcanzan hasta 25 metros. En la Región de Murcia se conocen 18 especies (6) y en el Término Municipal de Yecla 11 especies ( 3 de ellas presentan 2 subespecies).

    2. Catálogo de helechos.
    Las especies que aparecen en el siguiente catálogo han sido observadas personalmente por los autores de este artículo, o bien, han sido citadas por otros autores, indicándose con la referencia correspondiente. En primer lugar se da el nombre de los parajes o lugares en los que han sido localizadas con la referencia del observador. Algunos autores utilizan para explicar la distribución de las especies los cuadros del retículo U.T.M. de 10 kms de lado, detallando nosotros a continuación para una mayor comprensión los parajes que se incluyen total o parcialmente dentro de dicho retículo.
    También se dan detalles de la ecología de cada una de las especies.
    Por último se dan datos sobre su abundancia y en algunos casos los elementos que las hacen vulnerables.
    Se acompañan fotografías de las especies que hemos podido observar personalmente y mapa de la distribución en el término municipal de Yecla de cada una de ellas.
    No se hacen descripciones de las plantas, ni se dan más datos, pues no es el objeto de este artículo. Si los lectores están interesados en conocer más detalles sobre las especies citadas o los helechos en general pueden consultar las publicaciones relacionadas en la bibliografía, entre las que destaca Helechos de la Región de Murcia de Carrión Vilches et. al, 2000.

    Adiantum capillus-veneris L. Culantrillo de pozo. (Ver Foto nº 2).
    Lo encontramos en la Fuente del Pinar (1, 9), Fuente Álamo (1, 9), Minica del Tío Esquilador (2), Minado de Bellot (1,2), casco urbano de Yecla (1), antiguos cauces de la huerta (1), Sierra de Salinas (8, 9) y probablemente en el nacimiento de la Rambla de Tobarrillas (1).
    Aparece por lo general en paredes o muros en los que rezuma agua y en las proximidades de fuentes y pozos, lugares todos ellos húmedos y umbrosos. Como curiosidad cabe citar que lo hemos encontrado en el patio de luces de un edificio del casco urbano adherido a una tubería de desagüe.
    Su ecología asociada a puntos donde existe agua lo hace muy escaso en todo el término municipal, reduciéndose su población a escasos ejemplares. Algunas poblaciones están a punto de desaparecer como son las de los antiguos cauces de la huerta amenazados por la creciente expansión urbana en la zona de la huerta. De igual modo las sequías y el descenso de los niveles de los acuíferos lo hacen tremendamente vulnerables, por lo que se deberían tomar medidas para preservar los hábitats donde se da en la actualidad esta planta.


    Asplenium fontanum (L.) Bernh. (culantrillo blanco menor)
    Se da en la Sierra de Salinas (8, 9).
    Crece en las fisuras de rocas calcáreas de montaña en ambientes sombríos.

    Asplenium onopteris L. (culantrillo negro).
    Aparece exclusivamente en la Sierra de Salinas (8, 9).
    Su hábitat son los pie de cantiles, fisuras de rocas, pastizales sombríos, sotobosques de carrascales frescos.

    Asplenium petrarchae (Guérin) DC. subsp. petrarchae.
    Localizado en Sierra de Salinas (8, 9), Picarios (1, 9), Sierra de la Magdalena (9) y en la UTM XH57 que comprende Sierra de la Magdalena, Umbría del Fator, Cerro de las Andaluzas, Los Picarios, Cerros de la Flor, Sierra de Gavilanes y Cerro de la Lobera (6, 7).
    Su hábitat son las fisuras de rocas calizas y rellanos terrosos en roquedos y pedregales.

    Asplenium ruta-muraria L. subsp. ruta-muraria (culantrillo blanco). (Ver Foto nº 3).
    Aparece en el Monte Arabí (6, 9), Cerro de las Andaluzas (1), Sierra de la Magdalena (1, 9), Umbría del Fator (1) y Sierra de Salinas (6, 7, 8, 9).
    Su hábitat son las grietas de rocas calizas en ambientes muy sombríos, en altitudes superiores a 800 metros. Tanto en el Cerro de la Andaluzas, Sierra de la Magdalena y Umbría del Fator donde hemos podido contemplar personalmente este helecho, una vez examinados minuciosamente los cantiles de umbría, observamos que su localización coincide con los roquedos más umbrosos, frescos y a mayor altitud, en lugares poco accesibles. Se trata de una especie muy escasa, reduciéndose la población a unos pocos ejemplares, muy separados unos de otros.

    Asplenium trichomanes L. (Culantrillo menor). (Ver Foto nº4)
    Se localiza en Monte Arabí (1, 3, 6, 9), Cerro de las Andaluzas (1), y Sierra de Salinas (1). Alcaraz Ariza sitúa en Sierra de Salinas y en la Sierra de la Magdalena la subsp. pachyrachis (Christ) Lovis et Reichst. (7, 8, 9).
    Su hábitat son fisuras y repisas de rocas calcáreas. Prefiere zonas umbrosas.
    Son muy pocos los ejemplares observados por estos autores en el Monte Arabí y Cerro de las Andaluzas, por lo que de nuevo estamos ante una especie muy escasa.


    Ceterach officinarum Willd (Doradilla) (Ver Foto nº 5)
    Prácticamente distribuida por todo el término municipal, se conoce su presencia en Monte Arabí (1, 3, 6, 9), Cerro de las Andaluzas (1), Cerros de la Hoya de Muñoz (1), Picarios (1, 9), Sierra de la Magdalena (1, 9), Sierra de Salinas (1,6,7,8, 9), Sierra del Cuchillo (1), Sierra del Serral (1,5), Umbría del Fator (1,2,4), Cerros de la Flor (1), El Puerto (9), Cerro de las Condenadas (9), Moratillas (1), UTM XH 56 que comprende la Sierra del Buey (9) y UTM XH57 que comprende Sierra de la Magdalena, Umbría del Fator, El Puerto, Cerro de las Andaluzas, Los Picarios, Cerros de la Flor, Sierra de Gavilanes, Cerro de la Lobera (6,7).
    Su hábitat son grietas de roquedos, habitualmente en zonas umbrosas, aunque también lo encontramos en sitios secos de solana.
    Es la única especie de helechos que de momento no presenta problemas de desaparición debido a su ecología menos exigente.


    Cheilanthes acrostica (Balbis) Tod. (Ver Foto nº 6)
    Localizado en la Sierra del Serral (1,5), Sierra de Salinas (1, 8, 9), Sierra de la Magdalena (9), Sierra del Príncipe (1), en las UTM XH 57 que comprende Sierra de la Magdalena, Umbría del Fator, El Puerto, Cerro de las Andaluzas, Los Picarios, Cerros de la Flor, Sierra de Gavilanes y Cerro de la Lobera (6,7) y UTM XH 67 que comprende Castillarejos, Cerro del Castillo, Sierra del Cuchillo, Sierra de la Magdalena y Sierra del Príncipe (6).
    Prefiere grietas en roquedos calizos, rellanos terrosos y pedregales, en ambientes más o menos termófilos, tal y como se puede comprobar en Sierra de Salinas que habita en suelos poco profundos de laderas de solana.


    Cheilanthes pteridioides auct.
    Citada solamente en Sierra de Salinas (9).

    Consentinia vellea (Aiton) Tod. (Doradilla vellosa).
    Localizada en Sierra de Salinas (6). Alcaraz Ariza sitúa en Sierra de Salinas la subsp. bivalens (Reichstein) Rivas Martínez et Salvo. (8, 9).
    La ecología de esta planta son grietas de rocas en ambientes cálidos y secos.

    Equisetum ramosissimum Desf. (Cola de Caballo) (Ver Foto nº7)
    Este helecho aparece en la Rambla de los Rincones (1, 9) , que es sin duda la mayor población del término municipal, Fuente del Pinar (9), Rambla de Tobarrillas (1), Sierra de Salinas (8, 9) y en la UTM XH 69 que comprende la zona de Tobarrillas (6).
    Su hábitat son suelos húmedos, ribazos, márgenes de acequias, canales de riego, riberas de ríos y arroyos, o bien, zonas con frecuente inundación, con suelos arenosos, como es el caso de la Rambla de Tobarrillas y la Rambla de los Rincones.
    Aunque a nivel de la Región de Murcia está muy distribuido, en el término de Yecla resulta escaso, con unos hábitats muy vulnerables, tanto por la presión humana como por el déficit hídrico.


    Polypodium cambricum L. subsp. cambricum (helecho, polipodio). (Ver Foto nº 8).
    Localizado en la Umbría del Fator (1, 4), Sierra de la Magdalena (9) y Sierra del Buey (9). Alcaraz Ariza cita en Sierra de Salinas la subsp. serrulatum (F.W. Schultz ex Arcangeli) Pichi-Sermoli (8, 9).
    Su hábitat son rellanos terrosos con abundante materia orgánica, en roquedos sombríos. Los presentes en la Umbría del Fator se encuentran junto a la población de boj (4) a pie de cantiles en el lugar más fresco de la Sierra y orientado perfectamente al Norte.


    3. Conclusiones.
    Son 12 las especies de helechos catalogadas hasta la fecha en el término municipal de Yecla. Coinciden con los parajes de Yecla mejor conservados y con mayor grado de biodiversidad. Algunos de los helechos catalogados dependen fundamentalmente de aportes hídricos continuos por lo que son muy vulnerables, otros, aunque situados en lugares poco accesibles para los humanos o el ganado, presentan unos enemigos potenciales muy degradantes como las canteras, los parques eólicos o los incendios forestales.
    Entre los parajes más ricos en helechos destaca la Sierra de Salinas, con 12 especies, y el conjunto Cerro de las Andaluzas, El Puerto, Umbría del Fator, Sierra de la Magdalena, Picarios y Condenadas, considerados como una unidad geográfica por estar unidos entre sí de forma natural, que cuenta con 6 especies.
    Los ambientes que contienen mayor diversidad de helechos son los roquedos en las umbrías de las montañas.
    Aunque ninguna de las especies está catalogada como protegida por la legislación vigente, la escasa presencia de algunas especies debería llevar aparejado medidas de protección y conservación, quizás de carácter local, para preservar dichas especies y sus hábitats.
    De los lugares descritos sólo cuenta con protección específica la Sierra de Salinas que está calificada de Espacio Natural Protegido (ENP). El Arabí aunque no tiene ninguna fórmula de protección tiene iniciado expediente para su declaración como ENP. Tener el status de ENP es un paso importante para conservar los hábitats necesarios para el desarrollo de estas especies, aunque no estaría de más contemplar en los Planes de Gestión medidas concretas para asegurar la supervivencia de estas plantas. Por el lado contrario destaca el conjunto Magdalena-Puerto-Andaluzas-Fator que no tiene protección alguna y es objeto de una explotación intensiva de canteras a cielo abierto lo que puede poner en peligro las poblaciones de helechos asentadas en dicha zona.

    4. Bibliografía y fuentes.
    (1) Observación propia.
    (2) Mapa Ecológico del Término Municipal de Yecla. Excmo. Ayuntamiento de Yecla y ANIDA. Inédito. 2003.
    (3) GARCÍA SERRANO, A.; CARPENA CHINCHILLA, F.J.; SORIANO MOLINA, P.J.; GARCÍA ANDRÉS, E.: “Vegetación del Monte Arabí”. Las Claves del Monte Arabí. ANIDA. Yecla, 1999.
    (4) CARPENA CHINCHILLA. F.J.; GARCÍA SERRANO, A.: “Estudio y delimitación de la población de Boj (Buxus sempervirens) en la Sierra de la Magdalena. Yecla (Murcia)”. Athene nº 11., Boletín de Naturaleza y Medio Ambiente de Yecla. ANIDA, Enero de 2001.
    (5) GARCÍA SERRANO, A.; CARPENA CHINCHILLA, F.J.; GARCÍA ANDRÉS, E.: “Avance del catálogo de flora de la Sierra del Serral”. Athene nº 10, Boletín de Naturaleza y Medio Ambiente de Yecla. ANIDA, Mayo de 2000.
    (6) CARRIÓN VILCHES et al.: Helechos de la Región de Murcia. Universidad de Murcia. Murcia. 2000.
    (7) ALCARAZ ARIZA, F.J.: Flora y vegetación del NE de Murcia. Universidad de Murcia. Murcia. 1984.
    (8) ALCARAZ ARIZA, F.J.: Inventario de Flora de Sierra de Salinas. Inédito. (Nota: incluye la totalidad de la Sierra).
    (9) ALCARAZ ARIZA, F.J.: Flora de Yecla. Inédito. 2003.
    (10) STÜBING, G.; BAUTISTA PERIS, J.: Plantas Medicinales de la Comunidad Valenciana. Conselleria de Medio Ambiente Generalitat Valenciana. 1998.
    (11) ALCARAZ ARIZA et al: Flora Básica de la Región de Murcia. Sociedad de Cooperativa de Enseñanza “Severo Ochoa”. Murcia. 1998.
    (12) GARCÍA ROLLÁN, M.: Atlas clasificatorio de la Flora de España Peninsular y Balear. Vol. I. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1996.
    (13) FERNANDO GALIANO, D.: Ciencias Naturales. Anaya. Madrid. 1981.

    17 de octubre de 2006

    El modelo de implantación de parques eólicos es insostenible

    Entrevista publicada en "La Verdad de Murcia", Octubre-2006 (aplicando la tijera)

    www.laverdad.es
    ANTONIO GARCÍA SERRANO SECRETARIO DE LA ASOC. NATURALISTA PARA LA INVESTIGACIÓN Y DEFENSA DEL ALTIPLANO
    «El modelo de implantación de parques es insostenible»
    «Pedimos una moratoria en la tramitación de expedientes, planes de ahorro energético y evaluaciones estratégicas de impacto ambiental.

    G.B./Murcia
    Los grupos ecologistas están de acuerdo con el desarrollo de la energía eólica, pero discrepan, en no pocas ocasiones, de la forma y el impacto ambiental que se produce con la instalación de los aerogeneradores. Este es el caso, por ejemplo, de la Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano (Anida) y el parque eólico de Gavilanes. Su secretario, Antonio García, señala que «se ha destruído uno de los bosques maduros de la comarca de forma irrecuperable en una región donde los procesos de desertificación avanzan rápidamente».

    - ¿Esto afecta también a la ampliación prevista?

    - Sí, y se produce en una zona donde los técnicos de las empresas eléctricas poco antes la calificaban como de interés ambiental. Pero las consecuencias de esta política no quedan sólo en la Sierra de Gavilanes, también ha producido importantes daños en espacios de la Red Natura 2000 como es la Sierra del Buey, y va a ocasionar -ya hay autorización administrativa- más problemas en la Sierra de Tobarrillas, donde va a destruir los bosques de las cumbres y los tendidos eléctricos de evacuación, tal y como propone el proyecto, que está pendiente de autorización.

    - ¿Los aerogeneradores también influyen en el deterioro?

    - Tienen un gran impacto, pero quizás se trata del mal menor. El problema es que la mayor parte de los proyectos, y hasta ahora todos los ejecutados y previstos para Yecla y la mayor parte de los de Jumilla, se ubican en zonas con alto valor ecológico, con efectos muy importantes sobre la fauna y la flora. Existen en la comarca múltiples zonas donde los parques eólicos son compatibles con la conservación de la Naturaleza e incluso con la actividad agraría, pero hay que planificar adecuadamente.

    - ¿Qué les parece el desarrollo que está experimentando este tipo de energía en la Región?

    - Se está anteponiendo el interés económico de las empresas energéticas, con la complicidad del Ejecutivo regional y los ayuntamientos, frente al derecho de todos los ciudadanos a disponer de un medio ambiente adecuado. No se puede vender la energía eólica como limpia o alternativa, si es a costa de los últimos bosques maduros, destruyendo y alterando espacios naturales para continuar con los negocios privados de inversores con nombres y apellidos.

    - ¿Qué sería necesario cambiar en los planes regionales?

    - El modelo de implantación actual es insostenible. Pedimos una moratoria en la tramitación de los expedientes de parques eólicos y en su ejecución. También elaborar planes reales de ahorro energético. Si no reducimos la tendencia de aumento del consumo de energía, ni con miles de aerogeneradores será posible abastecer la demanda. En tercer lugar hay que establecer evaluaciones estratégicas de impacto ambiental para conocer de forma más precisa los efectos sobre el conjunto del territorio.

    14 de octubre de 2006

    Entrevista a Odile Rodríguez de la Fuente

    Félix.Pintura de Luis Sogorb Mallebrera

  • Fundación Félix Rodriguez de la Fuente


  • Artículo publicado en la Revista ATHENE (Anida). Noviembre 2005.
    ENTREVISTA A ODILE RODRÍGUEZ DE LA FUENTE
    Por Fernando Rico Rico y Antonio García Serrano.

    Este año se cumple el 25 aniversario de la muerte del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente que falleció el 14 de marzo de 1980 en un accidente de aviación en Nome (Alaska) junto a Teodoro Roa y Alberto Mariano Huéscar mientras rodaban una carrera de trineos. El autor de la serie documental “El hombre y la Tierra” fue un pionero en nuestro país en divulgación ambiental y sembró la semilla del respeto y la admiración por la Naturaleza. Algunas de esas semillas germinaron en Yecla hace 20 años y contribuyeron al nacimiento de ANIDA. Bajo la dirección de Odile Rodríguez de la Fuente este año se ha gestado la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente (www.felixrodriguezdelafuente.com) que pretende continuar y extender la labor de este inolvidable naturalista. Odile a través de la siguiente entrevista nos desvela algunos recuerdos de su padre y de su legado, nos ayuda a conocer la Fundación y sus proyectos y nos da las claves para afrontar la crisis ecológica que vivimos.

    1.Cuando murió tu padre tenías siete años, ¿Qué recuerdos conservas de él?
    Sobre todo, los recuerdos que tengo son emocionales, porque cuando somos niños nos relacionamos de una forma más emocional, luego a medida que nos vamos haciendo adultos es de una forma más intelectual. Los recuerdos que tengo son sensaciones. Recuerdo a mi padre como una persona tremendamente apasionada y vital que contagiaba entusiasmo y pasión. Tenía una forma de relacionarse con los niños que no era la misma de otros adultos. No era condescendiente, tenía muchísima curiosidad de como nosotros percibíamos el mundo y era incansable su curiosidad. Era una persona muy táctil, de tocarte, de olerte, de mirarte profundamente a los ojos. Tengo el recuerdo de una persona que me ha aportado muchísima seguridad, una persona que realmente le encantaba que fuésemos como éramos. Él no quería que fuésemos de ninguna otra manera. Un padre que hasta los siete años me convenció de que era “la bomba” como niño y eso te da una seguridad que no te abandona el resto de tu vida. De que realmente tienes que ser tú y ser fiel a ti mismo. Cada uno de nosotros somos una joya en la medida en que seamos individuos de verdad. Esta ha sido la impregnación.
    2.A tu juicio, ¿Cuál es el mayor legado que nos dejó Félix Rodríguez de la Fuente?
    En el nivel profesional ha abierto una brecha. En el momento en que él empezó a ejercer su labor profesional no había ningún tipo de Conciencia Ecológica, la naturaleza esta ahí para su utilidad y cualquier cosa que se entrometiera se exterminaba, por ejemplo la Junta de Extinción de Animales Dañinos. Él fue una voz que poco a poco fue dando lugar a un cambio de conciencia en el modo de relación del español con el medio natural y con su entorno. Además de ser un superdotado a nivel profesional, a nivel personal era un Ser Humano con mayúsculas. A cada uno de nosotros nos ha dejado individualmente su pequeño legado. El que a mí me ha dejado es el ejemplo de una persona que ha sido fiel a sí mismo, que se ha aventurado a seguir su vocación y que ha aprovechado la oportunidad única de vivir, porque nacemos y no sabemos cuando morimos, tenemos una oportunidad y no hay más. Esa es mi lección personal: Sé valiente y vive tu vocación y vive plenamente porque solamente tenemos una oportunidad.

    3. ¿Piensas que la labor de tu padre ha sido reconocida suficientemente?
    La labor de mi padre ha sido tan ingente y no sólo en el campo profesional (ha sido muy particular en muchas personas) que ni siquiera es un tema de reconocimiento en el momento en el que estamos. Considero que con el tiempo, y cada vez más, se va a ver realmente cual ha sido su aportación. Su impacto fue tan grande en el momento en el que vivió, de hecho era una de las personas más populares, que quizás ha tenido que pasar un tiempo para poner en perspectiva su importancia. Creo que el reconocimiento no es un reconocimiento de ahora, de los últimos 25 años, se va a acrecentar con el paso del tiempo.

    4.¿La Fundación que diriges va a conseguir esos objetivos?
    Enlazando con una de las primeras preguntas que me habéis hecho, por un lado la Fundación lo que pretende es agrupar la obra, la faceta profesional para que no se pierda. Por otro, de algún modo representa la continuidad de su espíritu en mí. Para mí el legado más importante de mi padre es seguir la vocación que uno tiene y vivir plenamente. La Fundación es una plataforma desde la que yo, el equipo de personas que la forman y las redes de conexión que vamos a ir creando con personas, con asociaciones, con instituciones, en España y en el mundo entero, vehiculemos vocaciones y visiones, y pasión. Realmente este es el verdadero homenaje a mi padre, dar continuidad a su espíritu de forma que la gente haga y vibre a través de lo que le gusta, y contagie a los demás y así se vaya generando una nueva conciencia de respeto y amor a la Vida con mayúsculas, que somos nosotros mismos y es la madre Tierra y el Cosmos que nos ha parido. Si lo conseguirá o no la Fundación, no lo sé, lo importante es que está en ello y en sí mismo ya es todo un logro. El verdadero homenaje es dar continuidad a ese espíritu.

    5. ¿Cómo pueden colaborar los ciudadanos con la Fundación?
    En diferentes niveles, porque todo al final son como capas de una cebolla. En un nivel inicial necesitamos el apoyo de todos lo españoles, de los que han ido recopilando datos, desde recortes de periódicos, “fanáticos” que han ido guardando cosas. En diversos pueblos hay una plaza, un monumento, una calle, un jardín, etc. con su nombre. Se trata de ir transmitiendo todos esos datos, fotos, etc. para que podamos ir creando un archivo. En Latinoamérica también existen muchas cosas, desde premios a monumentos. En un nivel inicial recuperando la memoria, lo que hay y lo que existe. En un segundo nivel simplemente comunicarnos, lo que estamos haciendo ahora, hablar, contagiarnos el entusiasmo y servir de apoyo a otras instituciones y a otros individuos que quieren ser fieles a su vocación y también ser un lugar donde podamos recoger la energía y el entusiasmo de la gente.

    6. Sabemos que te iniciaste en el National Geographic, ¿Te ha influido profesionalmente la figura de tu padre?
    Desde que tengo uso de razón siempre recuerdo que cuando me preguntaban qué quería hacer, decía que quería hacer lo que hacía mi padre. Esto lo he confirmado. No sé si me pasó con el shock de la muerte de mi padre, pero he encontrado una entrevista cuando todavía vivía y él salida conmigo y decía: mi pequeña sigue mis pasos. Lo he confirmado antes de que muriera mi padre, no se si por predisposición genética o porque me lo contagió como ha contagiado a otros españoles. Después he ido encaminando mis pasos profesionales, cuando salgo del colegio y voy a la universidad, me pregunto cómo me podría preparar para seguir los pasos de Félix. Hice la carrera de producción de cine en Los Ángeles (EEUU) y Ciencias Biológicas. Me preparé en estos dos campos, no estrictamente para hacer documentales, pero sí para tener una preparación en un campo artístico, creativo que es muy diferente a la preparación que tienes en un campo científico que es de mucho más rigor. Son dos facetas que se separan pero cuando se unen se retroalimentan y se refuerzan. La unión de la curiosidad y del rigor a la hora de conocer, y por otro lado la creatividad y el querer hacer las cosas estéticamente bien y el intentar hacerlas de una manera creativa y artística son cosas que se complementan. Cuando salí de estas carreras me pregunté qué lugar era el mejor para divulgar ciencia y medio ambiente que existen en el mundo, y National Geographic para todos es un referente. Tuve la oportunidad de estar allí cinco años, iba a absorber como una esponja todo lo que veía, a aprender y obviamente a trabajar. Presenté un proyecto, hice una producción de unos cortos, trabajé en diferentes niveles como productora asociada. Cuando vine aquí empecé con la Fundación.

    7. TVE produce una serie documental dirigida por ti sobre la figura de Rodríguez de la Fuente, ¿Cuéntanos detalles de este proyecto? ¿Te ha servido para conocer mejor a Félix y su obra?
    Lo bonito de todo esto es que tu profesión no sea algo donde aparcas tu vida personal. La profesión a la que uno se dedica debería ser una extensión de sí mismo y ser una oportunidad para crecer como persona para aprender y para contribuir, para aportar. En este ejemplo se han plasmado todas esas cosas, ha sido una oportunidad personal para conocer a mi padre, ha sido una forma de aportar mi pequeño homenaje y también para aprender en el proceso profesional de trabajar en España y hacerlo en TVE. Una casa donde trabajó mi padre y hacer un proyecto que esté a la altura, que es lo más difícil, de lo que daba Félix. Esto es realmente para mí el gran reto. Se trata de una serie de dos capítulos de una hora cada uno y hacemos un recorrido biográfico de la vida de Félix Rodríguez de la Fuente, de su faceta profesional. Hay muchas cosas que se nos han quedado en el tintero porque realmente fue una persona que hizo muchísimas cosas que me sorprenden que fuera capaz de hacer. La verdad es que es ciclópeo la labor que hizo, hemos ahondado en las más importantes y finalmente tocamos su legado, la nueva conciencia que se generó y dónde estamos ahora y cuáles son los retos para el futuro. Creo que con el fallecimiento de Félix no se puede cerrar el libro. Pasa como con el logotipo de la Fundación que es un diente de león que está dispersando semillas por el viento, creo que a mi padre se le va a hacer justicia con el tiempo, fue una persona que sembró muchas semillas, y la repercusión se va a ver ahora y se puede recoger ahora el testigo de cara al futuro y él nos puede ayudar además a encarar esos retos y a saber lidiar con ellos.

    8. ¿Cuándo está previsto emitirla?
    En principio estaba previsto emitirla para principios de octubre pero por temas internos de TVE es posible que se traslade a finales de noviembre, no puedo dar una fecha exacta de emisión pero se va a publicitar de tal manera que todo el mundo se enterará. Cuando sepamos la fecha exacta, la hora y el canal, se colgará de la página web de la Fundación.

    9. Se habla de crisis ecológica, ¿Qué podemos hacer? ¿Qué camino hay que tomar para remediar esta enfermedad?
    Es la pregunta del millón, es un tema tan complejo y que tiene tantísimas capas, si habláramos de la cebolla esto sería la macrocebolla. Son muchos frentes, muchas capas, muchas manifestaciones, muchos problemas. En esencia lo básico es, y ahí también me remito a mi padre, un problema de actitud del ser humano ante la vida y de cómo el hombre se relaciona con la vida. En el fondo los problemas ecológicos por los que estamos pasando son un reflejo de una actitud errónea que el hombre tiene frente a la vida, frente al fenómeno vital y frente a sí mismo. Lo que realmente hay que hacer es un esfuerzo, primero ante una situación de urgencia. Hay que meter a la Tierra casi como un enfermo en una sala de urgencias en camilla y hay que tomar medidas drásticas para que no se nos muera. Estas son las medidas a más corto plazo. A largo plazo hay que hacer un grandísimo esfuerzo de concienciación y educación. Creo firmemente en el ser humano y cuando realmente seamos capaces de resensibilizar, porque el ser humano por naturaleza propia está predispuesto (porque somos vida pensante) a respetar y a amar lo que somos, habremos despertado. De alguna manera la sociedad en la que vivimos ha ido provocando que nos vayamos olvidando. Lo que hay que hacer es volver a despertar ese instinto que tenemos profundamente metido en los genes de respeto y amor hacia el entorno y hacia nosotros mismos. En el momento en el que se vuelva a activar, inmediatamente será natural que cuidemos nuestro entorno, que busquemos soluciones, que busquemos una forma sostenible de vivir y que cambiemos nuestra forma de operar ante la vida.

    Yecla, 5 de octubre de 2005.

    Agradecemos la colaboración de Juan Martínez y de Radio Compañía.

    12 de octubre de 2006

    Nuevo yacimiento paleontológico en el paraje de las Moratillas





    Extracto del artículo publicado en la Revista ATHENE nº14. (ANIDA) Noviembre 2004

    NUEVO YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO EN EL PARAJE DE LAS MORATILLAS. “LA CASA DE LOS MOLINA”
    (YECLA, MURCIA)
    Daniel Andrés Díaz

    Gracias a la información facilitada por Francisco José Carpena Chinchilla y Antonio García Serrano, miembros de la asociación naturalista ANIDA, en pasadas fechas pudimos localizar y estudiar de forma preliminar un nuevo yacimiento paleontológico del Cretácico Inferior que viene a incrementar el número de afloramientos fósiles que se hallan dentro de nuestro término municipal.
    En este sentido, el yacimiento de La Casa de los Molina podríamos encuadrarlo dentro de lo que en su momento denominamos sector o paraje de las Moratillas, localizándose este afloramiento al norte de dicho complejo montañoso.




    Desde un punto de vista estructural esta zona se localiza dentro del denominado Dominio Ibérico, en pleno contacto con las zonas del Prebético Externo. Geológicamente dicho yacimiento, se encuadra dentro del piso Albiense (Facies Utrillas) que supone el tránsito del Cretácico Inferior al Superior datos que se ratifican a raíz del estudio de la fauna fósil hallada a lo largo de diversas prospecciones, tal y como inmediatamente veremos. De esta manera, podríamos datar la fase de sedimentación del depósito geológico en torno a los 113- 97’5 m.a.
    A nivel estratigráfico, y como hemos podido apreciar fácilmente en el yacimiento en nuestras visitas, dicha unidad geológica está constituida por una serie de arenas cuarcíferas blanquecinas y/o amarillentas con estratificación cruzada que se intercalan con finas hiladas de arcillas versicolores, tal y como se nos hace referencia en la Memoria geológica perteneciente a la Hoja de Caudete, depósitos típicos dentro de lo que son las Facies Utrillas y algo frecuente apreciable también en numerosos yacimientos cretácicos de nuestro término municipal.

    7 de octubre de 2006

    Los valores naturales de la comarca.



    Dentro del ciclo de conferencias organizadas por la CAM bajo el epígrafe "Las Comarcas Naturales de la Región de Murcia", Anida ha dado a conocer los valores naturales de la comarca del Altiplano Yecla-Jumilla en una ponencia celebrada el día 7 de octubre de 2006 en el Centro Educativo de Medio Ambiente de la CAM (CEMACAM) ubicado en Sangonera la Verde (Murcia).
    El objetivo de este ciclo de conferencias es dar a conocer la Región de Murcia, sus procesos y recursos naturales y la gestión que se realiza en sus comarcas.

    La exposición de la ponencia formulada por Anida fue presentada brillantamente por F.J. Carpena Chinchilla en las aulas de naturaleza de la Caja de ahorros del Mediterráneo. La conferencia fue aisitida bajo un soporte de 159 fotografías y gráficos del Altiplano, sobre un guión y maquetación de FJ. Chinchilla y A. Garcia.

    5 de octubre de 2006

    Jardín Botánico de Yecla



    A todos los medios de comunicación.

    Comunicado de prensa.

    Ante las irrespetuosas afirmaciones que ha manifestado recientemente la Concejala de Educación del Excmo Ayuntamiento de Yecla en la que se acusa a Anida de no haber trabajado en el jardín botánico, de haberse hecho cargo del mismo de forma interesada para su propio lucimiento y, lo más lamentable, de haberlo convertido en un estercolero. La Asociacion Naturalista para la Investigacion y Defensa del Altiplano, se ve obiligada a responder en los siguientes términos:

    Anida, a traves de un proyecto de voluntariado ambiental se hace cargo en el año 2001 de las tareas de acondicionamiento y puesta en valor del jardín botánico que hasta ese momento se encontraba en estado de abandono. Con un número reducido de voluntarios y con medios materiales muy limitados, comienza a realizar de forma continuada y durante mas de 500 horas, labores constantes de limpieza, desbroce de maleza y poda de los árboles existentes, lleva a cabo tareas de trasplante de nuevas especies enriqueciendo la variedades ya existentes, instala una completa red de riego por goteo, impermeabiliza los suelos y mantiene los ejemplares en un buen estado. Las labores de mantenimiento se paralizan en el año 2004 cuando se nos informa de la inmiente construcción de un colegio y pistas deportivas sobre los terrenos donde se ubicaba el jardín botánico.A partir de ese momentos se solicita al Ayuntamiento que el mismo sea integrado el el futuro colegio como zona de recreo con el objetivo de preservar el máximo numero de ejemplares posibles.

    La Sra. Mª Carmen Fresneda manifiesta en sus declaraciones una falta total de respeto y consideración hacia un grupo de voluntarios que, de forma desinteresada y con medios precarios, han empleado su tiempo libre en mantener y mejorar nuestro jardín botánico, labor que no estaban obligados a realizar. Anida no puede consentir ni aceptar las acusaciones y descalificaciones vertidas sobre nuestra asociación ni sobre todas las personas que, con tanta ilusión, han trabajado para dotar a Yecla de una zona verde con una clara vocación educativa.

    El actual equipo de gobierno ha tenido la posibilidad de indultar un jardín tan peculiar o, en su defecto, haber integrado el mismo dentro del futuro colegio. En su lugar, ha arrasado con casi todo lo que allí había, sin tener en consideración las especies que con tanto esfuerzo nuestros voluntarios habian sacado adelante, no le ha importado el que algunos árboles tuvieran un porte considerable o que algunas especies estuvieran catalogas como protegidas o en peligro de extinción.

    Anida califica de infundadas, intolerables, manipuladoras y de una falta total de responsabilidad política las declaraciones vertidas por la Concejala de Educacion del Excmo Ayto. deYecla. Entendemos que Yecla no merece tener entre sus dirigentes políticos a personajes con un talante tan execrable como el demostrado por la Sra. Conejala de Educación.
    Por tal motivo exigimos una disculpa pública por parte de la Sra. Carmen Fresneda hacia esta Asociación y hacia todos los voluntarios que, de forma altruista, han estado trabajando en el proyecto durante tanto tiempo.

    Pincha sobre el enlace
  • Declaraciones de la concejala de des-educación


  • 3 de octubre de 2006

    La gineta en Yecla



    LA GINETA (Genetta genetta), Linnaeus, 1758)
    EN YECLA
    Por Carmelo Lara Soler y Francisco José Carpena Chinchilla


    Descripción.

    Carnívoro perteneciente a la familia de los vivérridos, aproximadamente del tamaño de un gato mediano, de aspecto grácil y esbelto.
    Presenta la gineta un pelaje moteado para pasar desapercibida en los claros oscuros del bosque, el fondo es de color gris ceniza mas o menos amarillento salpicando todo el cuerpo y el cuello unas alineaciones discontinuas de manchas negras, se ha citado que no resultan excepcionales los casos de melanismo (pelaje de fondo oscuro) en esta especie (Rodríguez, 2002). El estilizado cuerpo de la gineta finaliza en una larga cola anillada que utiliza como balancín y para equilibrarse en los saltos o carreras. Sus patas son cortas y finalizadas en cinco dedos que acaban en uñas semi-retráctiles, siendo las patas posteriores más musculosas ya que sobre ellas recae el esfuerzo de impulsar a la gineta en sus saltos. La faz presenta un aspecto anguloso acabada en un agudo hocico y en el que destacan las dos prominentes orejas de extremo redondeado muy efectivas a la hora de detectar posibles presas.
    Según los autores que se consulten, las medidas del cuerpo de la gineta oscilarían entre 40 y 58 cm. Y la cola entre 36 y 48 cm. Siendo su peso bajo con respecto al tamaño oscilando éste entre 1 y 2´5 Kg., sin duda este peso liviano favorece su agilidad y capacidad de desenvolverse entre los árboles y roquedos.
    Es un animal difícilmente confundible con otra especie puesto que en nuestra zona no hay ningún mamífero que presente un aspecto similar o siquiera parecido. (Blanco, 1998 y Rodríguez, 2002).



    Hábitat.

    La gineta se extiende por la mayor parte de África con la excepción del Sahara, selvas centro-occidentales, sureste del continente y Somalia, llegando hasta Arabia y Palestina, en Europa se localiza en toda la Península Ibérica y sur de Francia, aunque al parecer se encuentra en expansión y se han recogido citas de capturas en otros países del centro y norte de Europa.
    Es considerada una especie muy adaptable en cuanto a la selección de hábitats encontrándose en roquedos, bosques, matorrales, setos fluviales e incluso en ocasiones en núcleos rurales o casas. (Blanco, 1998).
    En el término municipal de Yecla la hemos localizado predominantemente en zonas boscosas, básicamente por pinares de Pinus halepensis, más o menos maduros y en algunos casos con un sotobosque densos de matorral noble mediterráneo, con presencia de roquedos y en menor medida en matorrales densos mediterráneos, con escasez o ausencia de arbolado donde también destacan en el paisaje algunas moles rocosas.
    Poseemos un contacto con la especie en zona no forestal completamente ocupada por cultivos y que entre estos destacan numerosas parcelas plantadas de añejos olivos, desconociéndose si se trata de una cita meramente accidental por causa de un desplazamiento de este individuo entre zonas forestales o se trate de un ejemplar joven en dispersión post-reproductora, o de la posibilidad también de que este medio arbolado de los olivos sea ocupado por la especie. Aspecto éste último por confirmar.
    Por lo general, y como ya hemos señalado, la presencia de la gineta en la zona de estudio suele ligarse a la presencia de roquedos y a masas forestales que permitan su ocultación durante el día. Estas zonas se caracterizan como sus hábitats habituales, pero como veremos en el apartado de alimentación, merodean, cazan y comen en las zonas agrícolas adyacentes a los territorios forestales, siendo aparentemente de gran importancia para la especie estos ecotonos donde el bosque da paso a cultivos o parcelas deforestadas.


    Territorialidad.

    Sobre el uso del espacio por parte de este vivérrido se han publicado diversos estudios, aportándose superficies medias muy dispares según el tipo de hábitat con que nos encontremos. En Doñana llegan a ocupar territorios de entre 0,7 y 14,7 kilómetros cuadrados (Palomares y Delibes, 1993) y entre 0,6 y 2 kilómetros cuadrados en la Sierra de Collserola en Barcelona (Camps y Llimona, 2004), en éste último trabajo, efectuado al igual que el otro con radiomarcaje, se establecen una áreas denominadas áreas núcleos, donde la gineta permanece al menos la mitad de su tiempo y que ocupan sobre el 20% del territorio total de campeo. En estas zonas se encuentran habitualmente las principales madrigueras y áreas de descanso.
    Los territorios de campeo se solapan frecuentemente con los de otros individuos de distinto sexo, pero no ocurre lo mismo en el caso de las áreas núcleos y áreas de descanso donde especialmente los machos se comportan de forma excluyente hacia otros individuos del mismo sexo presentando mayor tolerancia hacia las hembras (Camps y Llimona, 2004). Esa permeabilidad de las áreas de campeo queda reflejada en un estudio de fototrampeo realizado en la misma Sierra de Collserola donde se han llegado a identificar hasta siete individuos distintos en una misma letrina, que a pesar de ser atraídos mediante cebos, en su mayor parte deambulaban habitualmente por la zona y fueron fotografiados en varias ocasiones (Pla, Llimona, Raspall y Camps, 2001).
    Conocemos en el término municipal Yecla una letrina que presenta características que nos hacen pensar en un uso dilatado en el tiempo como ya se ha descrito (Rodríguez, 2002) y su uso por varios individuos por la gran cantidad de excrementos que se acumulan y la frescura de muchos de ellos. Esta letrina hasta la fecha es la única que presenta estas características de todas las conocidas en el territorio estudiado.
    Por los análisis del contenido de diversos excrementos de gineta recolectados en dos puntos distintos en el término municipal de Yecla, es indudable que la gineta pese a su vocación forestal, incluye en sus territorios zonas agrícolas pues dichos análisis han aportado datos sobre consumo de diversos frutos y semillas de especies cultivadas como veremos en el apartado dedicado a la alimentación. Datos que contrastan con los ofrecidos para la Sierra de Collserola donde las ginetas básicamente utilizan zonas forestales incluyendo en éstas matorrales, maquias y bosques y rehúyen las zonas más humanizadas. (Camps y Llimona, 2004). Mucho más disonante con este estudio resulta el contacto mencionado en el apartado de hábitat, cuando pudimos observar un individuo en un paraje carente de cualquier cobertura forestal y totalmente ocupado por cultivos. Quizás y como ya hemos apuntado se trate de un individuo joven en dispersión, sobre los que se han descrito recorridos en línea recta de hasta 30 kilómetros, instalándose por lo general en los territorios menos favorables (Blanco,1998).


    Costumbres.

    En la bibliografía consultada se resalta la nocturnidad de la gineta en su actividad diaria (Blanco, 1998, Rodríguez, 2002), pero es los estudios realizados en Doñana y en Collserola a través del radiomárcaje donde se constata de forma fehaciente esta actividad nocturna, señalándose que en Doñana inician la actividad tras la puesta de sol y la finalizan tres o cuatro horas antes del crepúsculo y en la Sierra de Collserola indican una actividad desarrollada entre el ocaso y el orto solar, apuntándose también que las ginetas permanecen inactivas en el momento justo del crepúsculo y el alba. Son pocos los contactos directos que tenemos con esta especie, todos fueron nocturno salvo en una ocasión. En Doñana establecen un periodo de actividad diario del 28% con respecto a las 24 horas del día, cifra muy similar a la ofrecida en el estudio de la Sierra de Collserola donde aportan un porcentaje del 26%, aportando dicho estudio un periodo de actividad de la gineta que consume un 56% de la duración de la noche. Los periodos de máxima actividad se concentran en la primera mitad de la noche durante todo el año. (Palomares y Delibes 1993), (Camps y Llimona, 2004).
    La gineta presenta un patrón de actividad nocturno casi continuo, que interrumpen frecuentemente para descansar, no viéndose alterado por variables metereológicas y donde se reflejan un mayor actividad en los individuos de mayor peso corporal (Camps y Llimona, 2004). La actividad desarrollada fuera del periodo de reproducción se centra básicamente en la captura o recolección de alimento, siendo su técnica de caza el rececho consistente en lentos avances con paradas periódicas para escuchar y olfatear, situándose a la distancia correcta de su potencial presa para iniciar una sucesión de saltos muy rápidos que acaban con el apresamiento a través de sus garras y un rápido mordisco en el cuello. (Rodríguez, 2002)
    Durante el periodo reproductor aumenta el marcaje con heces del territorio y los controles olfativos. (Blanco, 1998) Es destacable la costumbre de este vivérrido de establecer letrinas habituales, algunas utilizadas durante generaciones y que por lo general se ubican en lugares altos y prominentes como señalaremos posteriormente.
    A pesar de haber sido duramente perseguida como depredador y especialmente por su piel (Delibes, 1999), no se muestra excesivamente esquiva hacia el hombre, quizás por la razón de que se ha apuntado la posibilidad de que las ginetas convivieran con éste antiguamente haciendo el papel de los gatos domésticos (Rodríguez, 2002). En este sentido hemos de reflejar nuestra experiencia con el encuentro con un individuo de esta especie, al cual debimos de sorprender en un lugar de descanso diurno situado en un roquedo rodeado de espesa vegetación en la Sierra de las Pansas, el cual al ser descubierto se alejó pausadamente de nuestra presencia sin mostrar agitación ni prisa en su huida.


    Alimentación.

    La gineta está clasificada como un mamífero carnívoro, pero en realidad su dieta es bastante omnívora, incluyendo mayoritariamente presas pero no desdeña frutos u otros alimentos vegetales, se señala incluso la ingesta de desperdicios de origen humano. Consumen desde insectos a gazapos y lebratos, incluyendo musarañas, ratones, aves, lagartijas y anuros. Las aves capturadas generalmente son de tamaño inferior al de un arrendajo, aunque se citan casos de predación sobre nidos de busardo ratonero, aguililla calzada y azor (Blanco, 1998, Rodríguez 2002). En nuestra comarca se ha citado la muerte de tres pollos de gavilán y los adultos en un nido de la Sierra del Carche muy posiblemente predado en la noche, durante la primavera de 1993, por gineta (Martínez et al., 1996)
    Los estudios consultados coinciden en que la base de la dieta de este vivérrido la constituyen los micromamíferos, especialmente el ratón de campo (Apodemus sylvaticus), llegándose a afirmar que la gineta era un especialista en la captura de estos ratones, aunque lo más razonable sea pensar que la gineta a encontrado en esta abundante especie su presa base (Delibes, 1999, Blanco, 1998, Rodríguez, 2002).
    Con el objeto de ofrecer algunas orientaciones concretas sobre la alimentación de de este mamífero, en el término municipal de Yecla, procedimos a escudriñar tres letrinas conocidas de esta especie. Hemos de señalar que no hemos realizado un análisis exhaustivo de los excrementos depositados en estos cagarruteros, sino que hemos procedido a recolectar restos visibles de animales consumidos por gineta, todos ellos extraídos de deposiciones en avanzado estado de descomposición bien por el tiempo, bien por la acción de insectos coprófagos. Se desestimaron otras dos letrinas, una por carecer de restos en las condiciones descritas y otra por encontrarse las muestras contaminadas por restos de alimentación de búho real ( Bubo bubo) y garduña ( Martes foina), también se desestimaron otras por presentar escasez de deyecciones o ser estas muy recientes y frescas.
    Para la determinación de los restos vegetales presentes en los excrementos se recogieron muestras que se remitieron al Dr. Diego Rivera Nuñez, del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Murcia, el cual amablemente analizó las muestras y nos remitió los resultados, desde aquí queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento a este profesor por su colaboración desinteresada. Los resultados obtenidos han sido los siguientes:

    1º Restos de origen animal.
    Sierra de Salinas.
    Apodemus sylvaticus: 36.
    Mus musculus: 8.
    Crocidura russula: 6.
    Mus spretus: 3.
    Suncus etruscus: 2.
    Roedor spp.: 2.
    Paseriforme spp.:1.
    Total presas: 58.
    Porcentajes:
    Apodemus sylvaticus: 62’06%.
    Mus musculus: 13’79%.
    Crocidura russula: 10’34%.
    Mus spretus: 5’17%.
    Suncus etruscus: 3’44%.
    Roedor spp.: 3’44%.
    Paseriforme spp.: 1’72%.

    Las Condenadas 1.
    Apodemus sylvaticus: 6.
    Crocidura russula: 2.

    Las Condenadas 2.
    Apodemus sylvaticus: 14.
    Mus musculus: 4.
    Paseriforme spp.: 2.
    Crocidura russula: 1.

    Total Las Condenadas:
    Apodemus sylvaticus: 20.
    Mus musculus: 4.
    Crocidura russula: 3.
    Paseriforme spp.: 2.
    Total presas: 29.
    Porcentajes:
    Apodemus sylvaticus: 68’96%.
    Mus musculus: 13’79%.
    Crocidura russula: 10’34%.
    Paseriforme spp.: 6’89%.


    2º Restos de origen vegetal.

    Analizados por el Dr. Diego Rivera Nuñez, Dep. de Biología Vegetal de la Universidad de Murcia.


    Las Condenadas.
    1 Hueso de aceituna (Olea europaea).
    Numerosas semillas de higo (Ficus carica).
    1 fruto de Fumaria sp.

    Sierra de Salinas.
    2 Semilla de uva, (Vitis vivifera) posiblemente de la cultivariedad monastrell.
    Semillas de higo (Ficus carica).
    2 frutos de cebada cervecera y un amasijo de frutos inmaduros (Hordeum vulgare).
    3 semillas de pino carrasco (Pinus halepensis) sin alas.
    3 semillas de arveja, probablemente Vicia sativa.
    1 semilla de leguminosa sp.
    Varios gálbulos de Juniperus phoenicea y semillas sueltas.
    1 fruto de lentisco, (Pistacia lentiscus).

    Con todas las precauciones al no representar un análisis exhaustivo, pero si al menos orientativo sobre la dieta de la gineta en Yecla, podemos intuir que la mayor parte de su alimentación está compuesta por micromamíferos, entre los que destacan la presencia de Apodemus sylvaticus que representa el 64,36 % de la muestra obtenida, seguido por Mus domesticus con un ya lejano 13,79 %, los porcentajes de otras especies suponen el 20 % restante y se distribuye del siguiente modo: Crocidura russula el 10,34%, Mus spretus y los paseriformes el 3,44%, Suncus etruscus y roedores sp. El 2,29%, también es de señalar que por el procedimiento para la obtención de la muestra es posible que los paseriformes hayan quedado infravalorados, ya que las características óseas de las aves, impiden en muchos casos una conservación de los huesos tras pasar por el tracto digestivo. A pesar de observar numerosos restos de élitros, extremidades y otras partes queratinosas pertenecientes a insectos, no se han incluido los datos en la muestra por resultar harto complicado el calcular el número de ejemplares consumidos, o por aparecer estos restos en trozos minúsculos que formaban una amalgama inclasificable.
    Es por lo tanto una muestra orientativa sobre las especies de vertebrados que son objeto de predación por parte de Genetta genetta.
    Además de estos datos solo poseemos un par de notas sobre predación de gineta, uno el presunto ataque y destrucción de un nido y pareja de gavilanes en la Sierra del Carche y otra de una presa abandonada y parcialmente devorada encontrada en la Sierra de Salinas y que se trataba de un ratón de campo.
    En cuanto al consumo de vegetales destaca inicialmente la relativa importancia con que aparecen diversas especies cultivadas, los higos (Ficus carica), uvas (Vitis vinifera), cebada (Hordeum vulgare) y aceitunas (Olea europaea), lo que a todas luces denota una capacidad notable de nuestra protagonista para aprovechar aquellos recursos que circunstancial o temporalmente son abundantes o accesibles en sus territorios de campeo, de igual modo, y específicamente en el caso concreto de la letrina analizada en Sierra de Salinas, es destacable que hay una considerable distancia desde la ubicación de ésta hasta los cultivos donde se ha alimentado, ya que en línea recta hay casi dos kilómetros hasta las parcelas de cereal más cercanas, pero a través de barrancos y lomas de pendientes muy acusadas. Por otro lado estas muestras de alimentación dejan meridianamente claro que la gineta abandona el bosque y se interna en los cultivos adyacentes en busca de estas fuentes alimenticias estacionales, por lo que la conservación de esta especie implicaría no sólo la conservación de los bosques donde mora habitualmente, sino que también ha de ser extensible a los cultivos próximos a estas zonas.
    En cuanto a las especies vegetales silvestres halladas en las muestras analizadas por el Dr. Rivera, es destacable que aparecen diversas especies entre ellas Fumana sp., Vicia sativa, varias semillas y gálbulos de sabina negra (Juniperus phoenicea) y lentisco (Pistacea lentiscus), todas especies presentes en los bosques donde se ubicaban las letrinas. Aparecen también tres semillas de pino carrasco (Pinus halepensis) sin alas y que nos llevan a pensar que quizá fueran contenidas en el estómago de alguna presa devorada por la gineta, pues en el mismo análisis se señala la presencia de excrementos de ratón integrados en la muestra recogida y que solo pueden encontrarse ahí por hallarse en los intestinos de las presas consumidas, y es bastante difícil que este depredador se dedique a rebuscar las minúsculas semillas del pino. Ni que decir tiene que la gineta actúa como vector de expansión de las especies cuyos frutos consume.



    Detectabilidad

    La gineta es un animal eminentemente nocturno tanto es así que en los dos estudios consultados y que se han basado en el radiomarcaje de diversos individuos en la Sierra de Collserola y en Doñana indican una actividad casi exclusiva durante las horas comprendidas entre el ocaso y el orto. Por lo cual es una especie que presenta una detectabilidad baja, de la cual sólo atesoramos tres encuentros directos, el primero tuvo lugar durante un recorrido nocturno para constatar precisamente la presencia de mamíferos en el otoño de 1994 en la Sierra de Salinas, se trataba de un único ejemplar que cruzando la pista forestal se detuvo a unos cinco metros de nuestro vehículo y tras observarnos unos segundos procedió a efectuar un salto hasta el ramaje de un pino situado en la parte baja del talud, desde donde volvió a observarnos y se perdió entre el ramaje realizando unos ágiles y sorprendentes saltos, se trataba de una zona de bosque maduro de pinar con abundante sotobosque de matorrales de gran porte. El segundo avistamiento fue el ya mencionado encuentro con un individuo que cruzó la carretera de Montealegre en una zona que destaca por la ausencia de zonas forestales y que se halla plenamente ocupada por cultivos, ocurrió en plena noche y tuvo lugar a mediados de otoño de 1998, desplazándose con unos movimientos muy sigilosos de una lado a otro del vial, haciendo una parada en el borde del mismo, que aprovechó para observarnos con una mirada penetrante. El tercer encuentro tuvo lugar en la Sierra de las Pansas en octubre de 2004 y que como hemos comentado anteriormente se produjo a plena luz del día, posiblemente nuestra presencia en un roquedo rodeado de espesa vegetación, de difícil acceso, provocó que este ejemplar levantara su encame. Con una total tranquilidad se desplazó desde unos escasos cuatro o cinco metros de nuestra posición, con un andar parsimonioso y aparentemente sin mostrar signos de temor hacia nuestra presencia, hasta el punto de detenerse y obsequiarnos con una aguda mirada para a continuación seguir su camino, perdiéndose su silueta entre la maraña de matorral y pinar. Otras citas recopiladas por los autores, son las referentes a un individuo que ha sido observado en varias ocasiones, siempre de noche, cuando se acercaba a beber en una pileta de una casa situada en las faldas de Sierra de Salinas (Gómez, F. com. pers.)
    En algunas ocasiones hemos encontrado huellas de gineta sobre sustratos blandos y húmedos, en el Arabí, Tobarrillas, El Serral y Sierra de Salinas. Éstas miden 3 por 2,5 cm. en el caso de la pata delantera y 3 por 3 cm. en las traseras, las huellas son similares a las del gato doméstico pero presentan cinco dedos aunque en la mayoría de ocasiones solo se imprimen cuatro, no hay presencia de uñas al ser éstas semiretráctiles y los dedos aparecen mas amalgamados que en el caso del gato. En los casos en que se imprime el quinto dedo es claramente excéntrico (Blanco, 1998).
    Lo más habitual es detectar la presencia o de ginetas a través de sus peculiares excrementos, particularmente cuando estos se hallan en las características letrinas que la especie habilita en lugares prominentes de su territorio. Conocemos veintiuna letrinas diferentes distribuidas del siguiente modo: siete en Sierra de Salinas, dos en el Arabí, dos en la Magdalena, dos en las Condenadas, dos en el Cuchillo, una en Gavilanes, una en los Picarios, una en Tobarrillas, una en las Atalayas, una en las Pansas y una en el Puerto, estas se ubican en roquedos 80,9% (n=17), cuevas 9,5% (n=2), en una sima 4,7% (n=1) y en muro artificial 4,7% (n=1), de estos datos se desprende que es evidente la querencia de la gineta por los roquedos y promontorios pétreos para ubicar sus letrinas, de estas es destacable una de las ubicadas en Sierra de Salinas y de la cual conocemos su uso ininterrumpido en los últimos 12 años, además de ser la mayor en extensión y acúmulo de excrementos, no siendo aventurado afirmar que ha sido y es usada desde generaciones, a la vez que todo parece indicar que nos encontramos ante una zona donde diversas ginetas defecan, quizás como zona de contacto de varios territorios, también hemos de señalar que al menos dos de estas letrinas han sido abandonadas en los últimos cinco años sin que conozcamos la causa.
    Los excrementos miden entre 6 y 13 cm. de largo llegando en ocasiones hasta los 20 cm. y presentan un grosor entre 1,5 y 2 cm. Son cilíndricos y alargados, de aspecto compacto y negruzcos cuando son frescos, blanquean con rapidez y se tornan quebradizos (Blanco,1998, Rodríguez, 2002) en ocasiones acaban en punta formada por una amalgama de materia vegetal muy característica, en un caso analizado en el apartado de alimentación del presente artículo éste estaba compuesta por frutos inmaduros de cebada (Hordeum vulgare).

    Distribución en el Término Municipal de Yecla.

    La gineta presenta una amplia distribución en el Término municipal de Yecla, asociada por lo general a masas boscosas, aunque en algún caso, ha sido detectada en parajes con escasez de arbolado, pero con abundante matorral y presencia de roquedos. Parece ser más abundante cuanto mayores y más maduras son las formaciones arbóreas, destacando entre todos los parajes locales la Sierra de Salinas, donde con más frecuencia hemos detectado su presencia, aunque también hay que señalar, que sin duda es uno de los espacios donde mayor esfuerzo de investigación se ha realizado.
    Durante los dos últimos años, hemos realizado numerosas salidas al campo con el objeto de ampliar los conocimientos sobre los diversos mamíferos carnívoros dentro del Término, fruto de las incontables horas invertidas en ello es el siguiente listado de parajes donde se ha localizado esta especie, a dicho esfuerzo de investigación hay que añadir diversos comentarios personales de compañeros naturalistas que nos han aportado información también sobre la distribución de G. genetta en el territorio yeclano.
    El listado de distribución, es provisional, pues hay varios espacios naturales, donde la presencia del vivérrido es más que probable por las condiciones ambientales del medio, pero que a nosotros hasta la fecha no hemos podido ratificar de forma clara, por lo tanto la presente distribución, puede ser objeto de futuras ampliaciones a otros parajes.
    Los parajes donde hemos certificado la presencia de nuestra protagonista son: Sierra de Salinas, Sierra de las Pansas, Sierra del Serral, Las Condenadas, Picarios, La Magdalena, El Puerto, Gavilanes, Sierra del Cuchillo, Las Atalayas, Arabí y Tobarrillas. En datos publicados para el nordeste de la provincia de Albacete, donde varias cuadrículas UTM son compartidas con el término de Yecla, no se cita la especie (Barona, 2004), pero la misma está presente al menos en las que incluyen el Arabí y Tobarrillas.

    Conservación.

    Todavía hoy persisten numerosas dudas sobre el origen de la gineta en Europa, lo que parece estar claro, es que fue una especie introducida, si lo fue por fenicios, romanos o por los árabes no está todavía resuelto, y cruzó de África a Europa como animal semi-doméstico dedicado a la caza de roedores en las casas, hasta que el gato doméstico se hizo con ese espacio (Delibes, 1999). Lo que no tiene ningún género de dudas, es su perfecto engranaje en los ecosistemas del sur del continente, donde hoy es parte de los mismos.
    La gineta está considerada como una especie no amenazada (Calzada, 2002). Se apunta que quizás hasta los años 70 del pasado siglo, disminuyó su población a causa de la caza, pero desde esa década ha ido recuperando sus poblaciones, al menos de forma aparente (Blanco, 1998). En este sentido, hay datos que confirman la muerte de numerosos ejemplares, durante la actuación tristemente famosa de la llamadas Juntas de Extinción de Alimañas, en España, así en la provincia de Soria, se ha citado la muerte de 23 ejemplares en 1955, y 111 en 1956, aunque según el autor, no todos estos ejemplares pertenecían a la especie, pues invariablemente no hacían distinción entre gineta y gato montés (Felis silvestris) (García. 1995), también en la provincia de Badajoz, y por campañas de envenenamiento con estricnina, se mataron 128 ginetas solamente en el año 1969 (Gragera, 2001). En este sentido, hay que señalar que se acometieron en Yecla, cerca de 60 campañas de envenenamiento entre los años 1830 y 1980, por lo que no es aventurado ni descabellado suponer que las ginetas de la zona se verían seriamente afectadas por estas actuaciones contra los carnívoros (Carpena, 2002).
    En la provincia de Soria, la Junta de Extinción de Alimañas , pagaba 40 ptas. por cada ejemplar de gineta presentado y por cada piel, se pagaban en la misma provincia a finales de los años cuarenta del siglo XX, 50 ptas. (García, 1995). La gineta se convirtió en el mamífero carnívoro más capturado por los alimañeros después del zorro (Vulpes vulpes), llegándose a observar miles de pieles del vivérrido en almacenes peleteros, y los abrigos hechos con la piel de éste, eran más comunes (Delibes, 1999).
    Para nuestra Comarca, lo único que hemos encontrado sobre la especie, son datos publicados, referentes a muertes o capturas de 1983-1984, que afirman que en esos dos años se capturaron 5 ejemplares en la zona (Martínez y Conesa, 1987).
    Lo cierto es que hasta la fecha, y a pesar del notable trabajo de investigación en archivos históricos, no hemos encontrado ninguna referencia a esta especie en el término municipal de Yecla a raíz de su captura por los alimañeros, tampoco aparece citada en otros balances de “alimañas” extinguidas por la Asociación de Cazadores a los que hemos tenido acceso (Carpena, 2005).
    Además de la muertes por disparos, trampas o venenos, hay que señalar como amenazas, los atropellos en carretera, pues la gineta ocupa el 10º puesto entre los mamíferos más atropellados en España (García, 1995). Por una especie muy ligada a los medios forestales, la pérdida de estos o la degradación del entorno inmediato, puede suponer una amenaza para la especie a más largo plazo y de más difícil recuperación, en nuestra opinión, la degradación de las zonas que rodean los bosques, por actuaciones urbanísticas desacertadas, pueden ser hoy por hoy la mayor amenaza para la especie en nuestra zona.
    La gineta por su tamaño mediano, es presa a su vez de otros carnívoros, entre los que se citan, águila real, búho real, perros cimarrones y el lince ibérico, donde todavía éste sobrevive (Calzada, 2002).
    La Gineta, se encuentra estrictamente protegida por estar incluida en el Anexo III del Convenio de Berna, ratificado por el Estado Español el 13 de mayo de 1986 y relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa y también figura en el Anexo V del R.D. 1997/1995 de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (Giménez, 2000).

    Bibliografía.

    Balmorí, A., Sanz, B. y Turón, J.V. (2004) “Huellas y rastros de los mamíferos ibéricos” (2ª edición). Ed. Librería Félix de Azara. Zaragoza.
    Barona Fernández, J. (2004) “Aportación al conocimiento de la distribución, estatus y problemática de los mamíferos carnívoros en el nordeste de la provincia de Albacete” Comunicación oral en las II jornadas del medio natural albacetense. Págs. 435-451. Ed. Instituto de Estudios Albacetenses “Don Juan Manuel” de la Excma. Diputación de Albacete.
    Blanco, J.C. (1998) “ Mamíferos de España” Tomo I Ed. Editorial Planeta. Barcelona.
    Calzada Sampeiro, J. (2002) “Genetta genetta (Linnaeus, 1758)” Pags. 290-293 en Palomo, L.J. y Gisbert, J. (eds.) 2000 “Atlas de los mamíferos terrestres de España”. Dirección General de Conservación de la Naturaleza, SECEM-SECEMU, Madrid.
    Camps, D. y Llimona, F. (2004) “La gineta en el parque de Collserola” Revista Quercus, cuaderno nº 223, pags. 20-26. Ed. América Ibérica. Madrid.
    Carpena Chinchilla, F.J. (2002) “Batidas y envenenamientos para la extinción de animales carnívoros en Yecla (1830-1980)”. Revista Yakka, nº 12, pags.45-55. Ed. Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Yecla.
    Carpena Chinchilla, F.J. (2005) “Persecución y exterminio de animales carnívoros en Yecla (1849-1922). En Preparación. Yecla.
    Delibes de Castro, M. (1999) “Nostalgia de ginetas”. Revista Biológica, nº 37, pags. 28-34. Ed. América Ibérica. Madrid.
    García y Asensio, J.M. (1995) “Historia de la fauna de Soria” Tomo I. Ed. A.S.D.E.N., Soria.
    Giménez Casalduero, M. (2000) “Legislación sobre biodiversidad” en Calvo, J.F., Esteve, M.A. y López, F. “Biodiversidad. Contribución a su conocimiento y conservación en la Región de Murcia”. Págs. 217-331. Ed. Cajamurcia y Servicio de publicaciones de la Universidad de Murcia. Murcia.
    Gragera Díaz, F. (2001) “El legado del lobo” Ed. Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Colección Estudio. Mérida.
    Martínez, R., Ortuño, A., Villalba, J., López, J.M., Cortés, F. y Carpena, F.J. (1996) “Atlas de las Aves del Norte de Murcia. Jumilla-Yecla” Ed. C.A.M., Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la Región de Murcia, Excmo. Ayuntamiento de Jumilla y Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Yecla.
    Martínez Abellán, R. y Conesa Álvarez, A. (1987) “Estudio didáctico de la flora y fauna de una Comarca, Jumilla-Yecla. Ed. Excmo. Ayuntamiento de Yecla y Excmo. Ayuntamiento de Jumilla. Yecla.
    Palomares, F. y Delibes, M. (1993) “Ecología de una población de ginetas en Doñana”. Revista Quercus, cuaderno nº 87, pags. 6-11. Ed. América Ibérica. Madrid.
    Pla, A., Llimona, F., Raspall, A. y Camps, D. (2001) “Estudio de la gineta mediante foto-identificación”. Revista Quercus, cuaderno nº 179, pags. 20-24. ed. América Ibérica. Madrid.
    Rodríguez Piñero, J. (2002) “Mamíferos carnívoros ibéricos” Ed. Lynx edicions. Barcelona.

    También como herramienta de trabajo, ha sido utilizado el sistema de identificación de parcelas agrícolas (SIGPAC), versión 1.5.0.0, de la página Web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. M.A.P.A.

    Agradecimientos.

    Queremos reflejar aquí, nuestro sincero agradecimiento a las siguientes personas, sin cuyo concurso no hubiera sido posible completar este artículo. A los Dr. Diego Rivera y Francisco José Alcaraz, a nuestros amigos y compañeros José Villalba, Antonio Ortuño, Fernando Gómez y Antonio García.

    2 de octubre de 2006

    La garduña en Yecla


    LA GARDUÑA (Martes foina, Erxleben, 1777) EN YECLA.
    Por Francisco José Carpena Chinchilla y Carmelo Lara Soler.

    DESCRIPCIÓN.


    Carnívoro perteneciente a la familia de los mustélidos, como casi todos los miembros de la familia, presenta un aspecto alargado, cortas patas y cola prominente. El pelaje es de color achocolatado o pardo, más claro en la cabeza con tendencia a oscurecerse en patas y cola, destaca especialmente la gorguera o babero blanquinoso, que se extiende desde el cuello por todo el pecho y la parte superior de las extremidades superiores.
    La cabeza es angulosa, presenta orejas cortas y redondeadas y unos ojos oscuros que le confieren una profunda mirada, el hocico es de color rosado.
    Existe en la garduña y claro diformismo sexual, donde los machos suelen medir entre 62 y 82 cms. (incluida la cola) y pesan entre 1’1 y 2’5 kgrs., y las hembras, son más pequeñas, midiendo éstas, entre 55 y 69 cms. (incluyendo de cabeza a cola) y pesan de 0'9 a 1’4 kgrs.
    En los lugares donde coexisten, es fácil confundir la Garduña con la Marta (Martes martes ), pues son similares en tamaño y aspecto, distinguibles por la gorguera, que en el caso de la Marta, es amarilla anaranjada y menos extensa, ocupando sólo el cuello y pecho del mustélido. En nuestra comarca y alrededores, no se puede prestar a confusión, pues la Marta circunscribe su presencia en España, al norte de la Península Ibérica y norte de las Islas Baleares. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002, Reig, 2002).



    HÁBITAT.



    La Garduña, se extiende desde el sur de la Península Ibérica, hasta el norte de Polonia, llegando su distribución por el este hasta Mongolia y China, siendo por lo tanto una especie claramente Paleártica, está ausente de las Islas Británicas y Escandinavia, fue introducida en la isla de Ibiza.
    La bibliografía consultada, dice de esta especie que es de carácter generalista, utilizando diversos hábitats que van desde áreas urbanizadas y granjas aisladas, a bosques caducifolios atlanticos, pasando por todo tipo de formaciones boscosas mediterráneas. En Iberia, donde coincide con la Marta, tiene costumbre de utilizar zonas más cercanas al hombre, incluyendo su presencia en áreas urbanas como la ciudad de Santander, en cambio en el sur, los hábitats descritos para la especie son pinares, encinares, matorrales leñosos o no, pero que incluyan en su interior roquedos a los que se asocia de forma clara nuestra protagonista. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002. Reig, 2002).
    En el Término Municipal de Yecla, la hemos detectado en bosques mixtos de pinar y encinar, pinares con matorral mediterráneo, matorrales, romerales y tomillares, pero casi siempre asociada a roquedos de mayor o menor envergadura, sólo en un caso detectamos su presencia en un paraje que carecía de zonas con promontorios pétreos, pero que posee varias ramblas y ramblizos, con abundantes huras abandonadas de conejo. En el resto de contactos con la especie, se trataba de parajes, con mucha o poca cobertura vegetal, pero con la presencia de roquedos, no en vano su nombre vulgar en inglés es el de “ stone marten”, que se traduciría como “marta de las rocas”.

    Hábitat típico en Sierra de Salinas. Foto:C.Lara




    TERRITORIALIDAD.


    Los machos de la Garduña son muy territoriales, no permitiendo el acceso a otros machos en su zona, pero permite en cambio la presencia de hembras en el mismo, el tamaño de los territorios es muy variable, influyendo en esto el tipo de hábitat seleccionado, la abundancia de recursos tróficos, etc., pueden oscilar entre uno y dos kilómetros cuadrados, siendo siempre más pequeños los territorios de las hembras que los que defienden los machos. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002. Reig, 2002).
    A modo de ejemplo, en el Espacio Natural Protegido de Sierra de Salinas y tras un profundo trabajo de campo, hemos detectado entre 4 y 6 territorios de Martes foina, lo que confiere de momento a dicha Sierra la mayor población de Garduña conocida en Yecla.
    Como la gran mayoría de los carnívoros, la Garduña utiliza habitualmente los mismos senderos y caminos para desplazarse por su territorio en busca del sustento, escudriñando anfractuosidades, huecos y demás elementos del paraje.



    COSTUMBRES.


    Según la bibliografía manejada para elaborar el presente artículo, es la Garduña un animal eminentemente nocturno, teniendo muy desarrollados los sentidos de la vista y el oído, con la puesta de sol, iniciaría su actividad diaria, recorriendo su territorio, en busca de presas o de bayas, intercalando en esa actividad, varios cortos momentos que dedica al descanso, con el orto, volvería a su cubil a pasar las horas de luz. Sólo con objeto de solearse o en periodo de celo, las garduñas tienen hábitos diurnos. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002).
    Nuestra experiencia de contactos con la especie y algún testimonio que hemos podido recabar, indican que en parajes apartados donde las garduñas no son perseguidas e importunadas, presentan unos hábitos más diurnos, así, en unos meses atesoramos dos encuentros con sendos ejemplares en Sierra de Salinas a plena luz del día, además, sabemos del contacto habitual con un grupo familiar de garduñas, por parte de un vigilante contra incendios, también en horas de luz solar en la Sierra de la Pila (J. F. Martínez com. pers.).
    En recorridos nocturnos por Sierra de Salinas, se han observado al menos cuatro ejemplares más, uno que cojeaba ostensiblemente (J.J. Rico, com. pers.), un individuo solitario que deambulaba por matorrales de la umbría y otros dos ejemplares que iban juntos (F. Rico, com. pers.), contrasta este dato con la severa soledad en la que habitualmente vive M. foina, sólo atenuada en el periodo de celo para los machos y durante el periodo en que los jóvenes viven en el grupo familiar para las hembras.
    Los machos de garduña, pasan durante enero-febrero por un periodo de agitación, que es considerado como un falso celo, el celo auténtico tiene lugar entre los meses de junio y agosto, tras las cópulas los óvulos fecundados no se implantan hasta enero o febrero, es lo que se denomina implantación diferida, naciendo los cachorros a finales de marzo o abril, y en un número que oscila habitualmente entre dos y tres, pudiendo llegar hasta cinco en una sola camada. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002. Reig, 2002).
    Las jóvenes garduñas son amamantadas durante algo más de dos meses, participando en los lances cinegéticos de su progenitora a partir de los cuatro meses y abandonan el núcleo familiar a principios del otoño. (Blanco, 1998).



    ALIMENTACIÓN.


    A pesar de ser considerada una especie carnívora, el espectro alimenticio de la garduña es muy amplio, consumiendo frutos silvestres como, madroños, bayas de enebro, de serbal, mostajo, escaramujo, etc., favoreciendo la diseminación y germinación de estos arbustos, también come frutos cultivados como higos, uvas, manzanas y cerezas, consume igualmente invertebrados, coleópteros, gusanos, lombrices y ortópteros, caza también todo tipo de micromamíferos, topillos, ratones, topos, musarañas, lirones, etc., captura aves, en sus nidos o mientras dormitan en ramas o rocas, igualmente consume los huevos que encuentra, es capaz de predar sobre conejos o sus gazapos y no desdeña reptiles, anfibios e incluso peces y cangrejos. Es conocida su habilidad para asaltar corrales y palomares, lo que unido a su afición a comer miel de las colmenas, le ha proporcionado la animadversión de los granjeros, que la han perseguido con saña. Anecdóticamente consume carroñas y desperdicios de origen humano. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002).
    De lo observado por nosotros en letrinas de esta especie y analizando algunos excrementos, su alimentación en Sierra de Salinas, la compondrían ratones de campo (Apodemus sylvaticus), musaraña común (Crocidura russula) y algunos paseriformes spp. ,
    además de un ejemplar de lagarto ocelado (Lacerta lepida), también hemos encontrado numerosísimos restos de bayas de enebro (Juniperus oxycedrus), madroño (Arbutus unedo), rosal silvestre (Rosa nitidula), encontrándose también alguna semilla de uva. Por otro lado, se observaron numerosos élitros de coleópteros.
    Resulta realmente llamativo la enorme cantidad de restos de frutos que hemos hallado en los excrementos analizados, y especialmente la preponderancia de las bayas de Enebro entre éstos. En todos los territorios de garduña que encontramos, destacaba la notable presencia de micromamíferos, particularmente de ratón de campo.



    DETECTABILIDAD.




    La detectabilidad de M. foina, es, como sucede con casi todos los carnívoros, muy baja, el contacto directo con la especie, se circunscribe a la casualidad o a la suerte y lo más habitual es detectar su presencia a través de rastros y señales que estas dejan en sus correrías.
    El hábitat seleccionado, por la garduña, no favorece el hallazgo de sus huellas, ya que en las rocas éstas no se marcan, de todas formas, en zonas donde por erosión u otros factores, se acumula arena o tierra fina y especialmente si está húmeda, se marcan las huellas, que presentan cinco dedos acabados en uñas afiladas, en los sustratos menos blandos, sólo se marcarán cuatro dedos, éstas miden entre 4-5 cms. de largo por 3-4 de ancho, las huellas mayores corresponden lógicamente a los machos. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002. Reig, 2002).
    La forma más habitual de detectar la presencia de la garduña en un territorio es por el hallazgo de sus letrinas o de los excrementos utilizados como balizas territoriales, los excrementos son cilíndricos, retorcidos y terminados en punta, miden entre 7 y 10 cms. de largo por 1 (incluso más) de grosor, frecuentemente tienen forma de rosquilla y varía el color según la alimentación del individuo, oscuro cuando ha consumido aves o mamíferos y hasta de un color marrón claro, cuando la alimentación básica son bayas.
    Las letrinas y deposiciones localizadas por nosotros, indican una mayor ubicación en oquedades o abrigos en la roca con el 45% (n=9) de las halladas, seguidas por cuevas y grietas en la roca con el 25% (n=5), sobre rocas o piedras el 25% (n=5) y en sendas el 5% (n=1).

    Letrina de Sierra de Salinas. Foto:F.J. Chinchilla




    DISTRIBUCIÓN EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE YECLA.



    A pesar de que la Garduña fue dada por extinguida en nuestra comarca en los años 80 del pasado siglo (Martínez y Conesa, 1986), el hallazgo de un ejemplar que murió asfixiado en el incendio ocurrido el 8 de junio de 1990, en la Sierra del Hornillo- Sierra Larga de Jumilla, deshizo la posibilidad de su extinción en la zona (Juncellus, 1990), ese mismo año, ya se detectó un ejemplar en Sierra de Salinas, la falta de experiencia en la detección de este carnívoro y la escasa dedicación a la búsqueda de su presencia, motivaron que pasara desapercibida hasta la aparición de tres ejemplares atropellados en los Estrechos de la Carretera de Jumilla, en sólo dos meses y durante el otoño de 2001 (A. Pérez, com. pers.).
    A partir de esos datos, el esfuerzo realizado para buscar la especie y la publicación de diversos estudios que incluían datos específicos sobre las garduñas, que nos han facilitado elementos de identificación que nos eran desconocidos y los contactos directos con la especie que nos han permitido identificar sus rastros con absoluta fiabilidad, ha provocado que en los últimos tres años, se hallan acumulado diversas citas sobre la especie totalmente verificadas y que de modo provisional indican la presencia de Martes foina en Sierra de Salinas, Las Pansas, Sierra del Serral, Serratejo, El Arabí, Sierra del Cuchillo, Sierra del Príncipe, Sierra del Buey, Las Moratillas, Tobarrillas, El Puerto, La Magdalena, Cerro de la Flor, Los Picarios, Monte de los Secos, La Lobera, , Los Arenales y Los Gavilanes. Esta distribución de la Garduña en Yecla, queremos dejar muy claro como ya advertíamos antes, que es totalmente provisional, pues es muy posible que se vea ampliada a otros montes y parajes, que por sus características, deben de albergar algunos individuos de dicha especie y a los que la falta de prospección específica, deja de momento en blanco.
    Por lo que sabemos y por las posibilidades objetivas que presentan algunos parajes no prospectados para la especie, no resulta aventurada la hipótesis de que estemos ante el carnívoro medio más abundante o con mayor población de nuestros montes.



    CONSERVACIÓN.



    La garduña ha sido considerada desde antiguo como una alimaña, así ya en un informe sobre la caza en la Tablas de Daimiel, fechado en el siglo XVI, afirma que entre los depredadores que dañan la caza del lugar, se crían garduñas.
    La Ley de Caza y Pesca de 1834, contemplaba el pago de 10 reales por macho de garduña presentado, 15 por cada hembra (20 si estaba preñada) y 5 reales por cada cría (A.H.M.Y. libro 1992).
    Entre 1849 y 1922, se mataron y pagaron en Yecla 76 animales, bajo el nombre de turones, nombre que pertenece a la especie Putorius putorius, especie de dudosa presencia en Yecla (no afirmamos su extinción o desaparición, pero si exponemos nuestras dudas, por la falta de hábitats adecuados y por no haber encontrado ninguna cita reciente sobre su presencia en Yecla). Por estas dudas razonables y por la propia experiencia de campo, pensamos que al menos la mayor parte de los animales cazados y pagados bajo el epígrafe de “turones”, corresponderían en realidad a Garduñas, pero la falta de experiencia del secretario municipal o de los propios alimañeros, acabarían por nombrar a las garduñas, como turones, ya que ambas especies son mustélidos y aunque son diferentes, se asemejan en tamaño y sin duda el animal de estas características más conocido por todos sería el hurón (Putorius furo), versión doméstica del turón y muy utilizado para la caza de conejos por parte de los lugareños, lo que pudo dar lugar a llamar turones a los mustélidos capturados en el medio silvestre (Carpena, 2004).
    A principios de los años cincuenta del pasado siglo, por la piel de una Garduña se llegaron a pagar hasta 3500 ptas. en la provincia de Soria, siendo con diferencia la especie peletera más rentable para los alimañeros. (García, 1995) En la provincia de Badajoz, también se han recogido testimonios de persecución a la Garduña por su piel (Gragera, 1996), así como su persecución por los daños que causaba en las colmenas. (Gragera, 2001).
    En nuestra zona, además de los datos aportados, poco o nada conocemos hasta la fecha de persecución directa contra la Garduña, si debió de ser víctima de las numerosas campañas de envenenamiento que nuestro término municipal sufrió entre 1830 y 1980, sobre todo cuando los cebos se colocaban en huevos, manjar muy apreciado por este mustélido. (Carpena, 2003).
    Además de estos datos, conocemos en la Comarca como ya hemos señalado, la muerte de un ejemplar asfixiado en el incendio ocurrido en Sierra Larga (Jumilla) en junio de 1990, tres ejemplares atropellados en los estrechos de la carretera de Jumilla, durante el otoño de 2001 y un individuo al que faltaba una pata, posiblemente perdida en un cepo, que fue observado cojeando ostensiblemente en Sierra de Salinas. Aunque son datos escasos y que no permiten delimitar los factores que pueden estar afectando a la Garduña en Yecla, de momento los atropellos se llevan la palma en cuanto al número de bajas causadas entre la población local de M. foina, quizás el uso ilegal de venenos que ha brotado recientemente y en varios parajes de nuestro pueblo, si tenga una incidencia más notable en la conservación de esta especie.
    La Garduña, por su tamaño y peso, es víctima de otras especies de depredadores que limitan de forma natural sus poblaciones, entre ellas se citan el Búho real, el Zorro y el Águila real. (Rodríguez, 2002. Reig, 2002).
    La Garduña, está considerada como una especie que no presenta problemas evidentes de conservación por su carácter generalista a la hora de seleccionar hábitats y alimentación, como causas de rarefacción se apuntan los atropellos y la caza. (Blanco, 1998. Rodríguez, 2002. Reig, 2002).



    BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS.



    Archivo Histórico Municipal de Yecla. Libro 1992.(1850) Boletín Oficial de la Provincia de Murcia.
    Blanco, J.C. (1998) “Mamíferos de España” Tomo 1, edita, Planeta. Barcelona.
    Carpena, F.J. (2003) “Batidas y envenenamientos para la extinción de animales carnívoros en Yecla (1830-1980)”. Artículo revista Yakka nº 12 (2002), pag. 45-55. edita Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Yecla.
    Carpena, F.J. (2004) “Persecución y exterminio de animales carnívoros en Yecla (1849-1922)” en preparación. Yecla.
    García, J.M. (1995) “Historia de la fauna de Soria” Tomo 1. edita. A.S.D.E.N. Soria.
    Gragera, F. (1996) “El lobo ibérico en la baja Extremadura” edita. Universitas Editorial. Badajoz.
    Gragera, F. (2001) “El legado del lobo” edita. Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Colección estudio. Mérida.
    Juncellus As. Nat. (1990) “ El incendio del Hornillo-Sierra Larga” Revista Juncellus nº 2. Jumilla.
    Martínez, R. y Conesa, A. (1986) “Estudio didáctico de la Flora y Fauna de una comarca. Jumilla-Yecla” edita Excmo. Ayuntamiento de Yecla y Excmo. Ayuntamiento de Jumilla. Yecla.
    Reig, S. (2002) “ Martes foina (Erxleben, 1777)” pag. 270-273 en Palomo L.J. y Gisbert J. (2002) “Atlas de los mamíferos terrestres de España”. Edita Dirección General de Conservación de la Naturaleza. SECEM-SECEMU. Madrid.
    Rodríguez, J. (2002) “Mamíferos carnívoros ibéricos” edita. Lynx ediciones. Barcelona.
    Y los comentarios personales de J.J. Rico, Fernando Rico, Antonio Pérez y J. F. Martínez.

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