10 de enero de 2007

Depredadores en miniatura


Dentro de la familia de los arácnidos, tenemos los escorpiones, los únicos arácnidos con pinzas y aguijón inoculador de veneno. En España hay cuatro especies de escorpiones, los de género Euscorpius (E. flavicaudis y E. carpathicus) pequeños y de coloración oscura, casi negros, los Belisarius (B. xambeui) que tienen la cola mas corta que el cuerpo, los del género Buthus.( Este escorpión yeclano es el Buthus occitanus, escorpión amarillo) lo más llamativo es sin duda el apendice caudal de siete segmentos con el aguijón apical que segrega una tóxina venenosa para los humanos y letal para sus presas. Son de vida preferentemente nocturna y viven refugiados en galerias que excavan ellos mismos o bajo piedras como es el caso de este individuo que encontré (buscándolo) en el Cerro de la Campana. Tienen un mal sentido de la vista a pesar de sus ocho ojos pero resultan ser unos celosos progenitores. Viven en sitios con escasa vegetación preferentemente secas y cálidas. Puede alcanzar hasta los 80mm. (este era un ejemplar joven). Existen otros invertebrados con con el “apellido” escorpión, como los Pseudoescorpiones (Neobisium sp, vi uno compartiendo escondite rocoso con una araña del género lycosa) estos tienen pinzas pero carecen de cola y aguijón y su tamaño no supera el centimetro. El escorpión acuático (Nepa rubra, N. cinerea) que había en la Rambla de Tobarrillas correteando con sus amigos gallipatos, o la mosca escorpión (Panorpa communis) de aspecto verdaderamente curioso con trompa y un abdomen terminado en cola, parecida a la del escorpión, es este díptero de apenas 2cm. entre otros.


La Cicindela Común (Cicindela campestris) de color verde tornasolado y ocelos amarillos enmarcados en pardo oscuro, patas larguisimas, ojos enormes y sobresalientes, grandes mandibulas con garfios dirigidos hacia adentro, en fin el cuento del lobo feroz y sin lugar a dudas es uno de los insectos más voraces junto a libelulas y mantis religiosas. En españa tenemos varias especies la C. sylvatica, la C. hybrida y la C. maroccana pseudomaroccana y la anterior mencionada. Este coleóptero de apenas centimetro y medio posee una velocidad enorme que aprovecha para cazar al acecho dando un salto sobre la victima, también puede volar con facilidad, esta voracidad le ha dado fama como control biológico contra ciertas plagas. Ivernan y aparecen a finales de primavera y todo el verano en suelo arenosos, brezales, lindes de bosques. Sus larvas, que viven enterradas, son igualmente voraces. Este ejemplar fue fotografiado en la Rambla de Jumilla. En el Juncellus nº 15 el autor del articulo la cita en Fuente Pinar, la Pansas, Sierra Lacera de Yecla y Rambla la Raja en Jumilla.

Texto y fotos: J. Ramón Díaz

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