Por Blanca M. M. Ortín
El lince ibérico (Lynx pardinus), una especie emblemática del monte mediterráneo, fue declarado en 1990 como especie en "peligro crítico de extinción" en España. Este felino, conocido por su pelaje único y su naturaleza esquiva, enfrentó graves amenazas: la fragmentación de su hábitat debido a la expansión urbanística, la agricultura intensiva, la explotación minera y los incendios forestales. También la reducción de su principal presa, el conejo silvestre, junto con la caza furtiva, los atropellos y el envenenamiento, empujaron a esta especie al borde de la desaparición.
Gracias a diversas iniciativas de conservación a través de los proyectos LIFE de la Comisión Europea, el lince ibérico tiene una oportunidad renovada de supervivencia. Sin embargo, aunque los esfuerzos han dado resultados positivos, la tarea aún no está concluida.
Un Pasado Difícil
Durante los años 90 ya existían indicios de que la población del lince ibérico estaba drásticamente reducida. Para confirmar esta situación, se implementaron acciones de vigilancia y monitoreo en varias comunidades autónomas, con el objetivo de evaluar el estado de sus poblaciones y las amenazas que enfrentaban. Los resultados fueron desalentadores pues solo quedaban dos pequeños núcleos aislados en Doñana y Sierra Morena, con menos de 100 individuos en total. Ante esta situación crítica, se emprendieron las primeras medidas serias para salvar a la especie.
En 2001, se aprobó el Plan de Acción para la Cría en Cautividad del Lince Ibérico. Un año más tarde, se lanzó el proyecto LIFE Recovery of the Iberian Lynx populations in Andalusia (2002-2006), que se centró en estabilizar las poblaciones y asegurar su viabilidad a largo plazo. Durante este periodo, se realizaron esfuerzos significativos para mejorar el hábitat del lince al crear corredores naturales, que disminuirían la mortalidad por causas no naturales como los atropellos, y aumentar las poblaciones de conejos silvestres. Estos esfuerzos permitieron consolidar los núcleos existentes y mejorar la conectividad entre ellos.
Avances en la Recuperación
Para 2006, los resultados de las primeras iniciativas fueron esperanzadores. La población de linces creció un 49% y la mortalidad se redujo considerablemente. Además, la superficie de distribución del lince aumentó un 73%, lo que mejoró la conexión entre sus territorios. Estos avances marcaron el inicio de una nueva fase en la recuperación de la especie.
El proyecto LIFE Conservation and reintroduction of the Iberian lynx in Andalusia (2006-2011) supuso un hito al comenzar la reintroducción de linces criados en cautividad en zonas donde históricamente habían habitado. Las reintroducciones en Extremadura y Castilla-La Mancha, junto con la consolidación en Andalucía, incrementaron tanto la población como el rango geográfico del lince, lo que permitió disminuir su vulnerabilidad.
Mirando Hacia el Futuro
En 2020, se lanzó el proyecto LIFE Lynxconnect con el objetivo de asegurar la viabilidad a largo plazo del lince ibérico. Este programa, que se extenderá hasta 2025, busca conectar los seis núcleos de población existentes y crear dos nuevos, para garantizar un flujo genético adecuado y reducir los riesgos de endogamia. La sostenibilidad de la especie depende no solo del incremento de su número, sino también de mantener una diversidad genética saludable.
El proyecto incluye medidas para reducir las amenazas persistentes, continuar con la mejora del hábitat y promover la participación activa de la sociedad en la conservación del lince. Gobiernos, organizaciones no gubernamentales, científicos y comunidades locales de España y Portugal (donde también se espera recuperar la especie), están colaborando para proteger el entorno del lince ibérico y consolidar los avances logrados.
Sin Bajar la Guardia
Pese a los logros alcanzados, el camino hacia la recuperación plena del lince ibérico aún presenta desafíos. Los esfuerzos continuados para conectar y fortalecer las poblaciones serán clave para evitar que factores como la pérdida de hábitat o la caza furtiva comprometan su futuro. Por ejemplo, de los 18 linces reintroducidos en la Región de Murcia entre 2023 y 2024, 2 han muerto atropellados, otros 2 a manos de cazadores, y otro más que ha desaparecido y se piensa que puede haber sido víctima también de la escopeta. Acciones sobre las que se debe intervenir de manera urgente.
Según la Unión Internacional de Conservación para la Naturaleza (UICN), el lince ibérico ha pasado de una población de 62 individuos en 2001 a una población estimada en 2000 ejemplares en 2022 repartidos en seis núcleos. Esto ha permitido cambiar la categoría de “En Peligro” a “Vulnerable”. Y es que lince ibérico puede tener un futuro brillante, pero sin bajar la guardia.
Fuentes
http://www.iberlince.eu/index.php/eng/project
https://core.ac.uk/download/pdf/30644007.pdf#page=135 p. 120
https://lifelynxconnect.eu/en/background/
https://zslpublications.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/acv.12890
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