30 de noviembre de 2008

Editorial Revista Athene nº 18, noviembre 2008

EDITORIAL
El modelo económico actual, con una idea de crecimiento ilimitado y perpetuo, ha permitido la creación de una burbuja inmobiliaria que ha desembocado en una grave crisis financiera a escala global. Los recursos financieros mundiales, que parecen tan escasos para atender el hambre, la pobreza, las epidemias, el medio ambiente, etc., se tornan ahora extremadamente generosos para salvar el sistema bancario en todo el planeta. Las paradojas inherentes del sistema económico actual, que inevitablemente, más pronto que tarde, deberemos corregir, han permitido que durante años, la inmensa mayoría de los presidentes de las grandes empresas norteamericanas... de la banca hayan demostrado un egoismo inusual al adjudicarse durante años stock options que les reportaron enormes ganancias, al mismo tiempo que alimentaban, sin escrúpulos, la burbuja inmobiliaria.
El movimiento ecologista en general y coordinadoras como “La Región de Murcia no se Vende”, de la que forma parte ANIDA, ya alertaban y denunciaban años atrás que la economía del estado español, especialmente en la comunidad murciana, se asentaba en un modelo de desarrollo económico y urbanístico basado en la especulación y el ladrillo, espiral que inflaba artificialmente el precio de la vivienda y dañaba los valores y señas de identidad de la cultura local, el paisaje, los recursos y los espacios naturales con el enorme riesgo del estallido de la burbuja inmobiliaria, supuesto que finalmente ha acontecido con consecuencias dramáticas para las economías occidentales. Pero ya se sabe, parte de la clase política, enmascaró o no quiso ver, y en algunos casos alentó mediante prácticas corruptas, las maniobras especulativas que se crearon en torno al sector inmobiliario.
Los excesos de las políticas neoliberales también pasan factura al medio ambiente: cambio climático, degradación de los ecosistemas, contaminación, pérdida de biodiversidad, deforestación masiva, sobreexplotación de los recursos naturales, etc. Todos estos problemas medioambientales, en algunos casos gravísimos, y el efecto combinado de todas ellos, provocados por una excesiva presión del consumo humano sobre los límites físicos que nos imponen los ecosistemas, como consecuencia de un modelo económico de crecimiento expansivo, convergen sobre el horizonte inmediato de nuestro planeta pudiendo desembocar en una crisis ecológica de dimensiones catastróficas. Para avanzar hacia la sustentabilidad y evitar el desastre es necesario un cambio radical en el modelo económico actual de crecimiento ilimitado, por una razón más que evidente: la Tierra es finita.
Pero las recetas a la crisis del capitalismo global actual que manejan nuestros gobernantes, son las mismas de siempre, más crecimiento económico para paliar los efectos del crecimiento económico, por lo que la obra pública redentora, entre otras soluciones, bajo el pretexto del empleo, de los indicadores macroeconómicos y del crecimiento, continuará dilapidado el capital natural que nos queda. El asfalto y el hormigón probablemente tomarán el relevo del ladrillo y el cemento. Como podremos comprobar en esta revista nuestro pueblo no está al margen.
No es la primera vez que aludimos al Monte Arabí en esta editorial, se tramita en la Consejería competente su declaración como Monumento Natural. La delimitación propuesta, a todas luces, es insuficiente para la protección de todos los valores naturales que encierra y las alegaciones que ha presentado el Ayuntamiento de Yecla tampoco son lo suficientemente generosas con este lugar. Pensamos que, para salvaguardar toda la riqueza que encierra el Arabí: paisaje, flora, fauna, geología, historia, cultura, etc., hace falta establecer unas zonas periféricas de protección amplias, elemento fundamental para una adecuada gestión conservacionista e integral, destinadas a evitar impactos ecológicos o paisajísticos procedentes del exterior. Es un error delimitar la superficie protegida atendiendo exclusivamente a los límites de la propiedad municipal, en vez de atender a las necesidades reales de los valores a proteger.
Finalmente nos queda agradecer el apoyo de la Concejalía de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Yecla a Athene. Sin su apuesta, este número no sería el más extenso de toda su historia y el trabajo altruista de muchas personas no hubiera estado a la disposición de todos los yeclanos.

Editorial Revista ATHENE nº18

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