24 de marzo de 2008

Excursión a Castellar de Meca (Sierra del Mugrón)


Diseño cartel anunciador: Antonio García

Excursión 13 de abril de 2008.
Organiza: ANIDA
Coordina: Jose Esteban

Al pie de la Sierra del Mugrón, enclavada en un hermoso paraje, sobresale el Castellar de Meca, yacimiento ibérico s. V-II a.C. (bronce, romano, islámico, medieval), importante bastión panorámico del que aún hoy destaca su espectacular red de accesos y sus más de medio centenar de aljibes, algunos de gigantescas proporciones, todos ellos cincelados en la roca viva. Sabinares y piornales caracterizan e lugar, atisbando desde sus cumbres los amplios corredores cerealistas manchego-lavantinos.

Inscripciones exclusivamente a través del siguiente número de teléfono: 699-101-466

Más información sobre Castellar de Meca:
  • http://www.contestania.com/meca.htm

  • http://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=752



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    Fauna y flora de Yecla

    Acceso: de la carretera de Almansa -Ayora, en el desvío a Alpera a 7.5 km panel informativo de una pista de tierra que nos lleva a Casas de Meca. Masía donde se dejaran los vehículos y subida de allí al yacimiento a pie.
    Salimos a las 8.30 de San Cayetano
    Pueden informarse en el Espacio Joven, e inscribirse através de nuestro correo o en el telefóno 699101466 a partir de las 8.30 de la tarde.
    La actividad es de medio dia.
    La actividad estará guiada por Daniel Andrés, licenciado en historia, (José Esteban y José Díaz, socios de Anida)

    Castellar de Meca (Ayora)
    En la muela de la Sierra del Mugrón, encontramos uno de los yacimientos monumentales más importantes del levante español, en cuanto a obras públicas ibéricas, sobre todo destacan los fabulosos caminos de ruedas, excavados en la roca caliza, así como sus silos y balsas. Ocupada desde la Edad de Bronce hasta la época medieval, fue, posiblemente, desmantelada en el asedio durante época romana.
    Haciendo un repaso a la historiografía del lugar podríamos decir que de los textos antiguos, así como de la relaciones de Felipe II no se dice nada de esta población, al menos hasta el presente. Si de la cercana Alpera (Apiarum de los romanos). Algunos autores hablan de Puteolum por el número de algibes y silos. Aún así nos queda uno de los grandes bastiones de mundo ibero, con restos de muralla de grandes sillares, caminos con sus encrucijadas, restos de viviendas, etc. No tiene otra subida que la de la parte de Ayora defendida por un “castillo” de unos 100 m. de superficie. En un camino tallado en roca a una meseta de más de 20 mil metros de superficie, a una altitud de 1.218 m., donde hay tallados en roca más de 300 silos/ algibes (algunos con marcas de ser tapados para conservar el agua) y los restos de una posible torre o palacio en el centro. El camino excavado en la roca tiene en algunos tramos las dobles rodadas de los dos sentidos, hendiduras en el suelo para trabar los carros (posiblemente tirado por bueyes, por las huellas de los cascos/pezuñas en la roca) en la fuerte pendiente y hendiduras en los altos para cubrirlos y poder hacer uso de pasos o defensa de él. Cambia varias veces de sentido todo ello excavado en la roca a pico (algunos tramos hasta 5 m. de potencia sobre el nivel de roca – “Camino Hondo”) donde aún son visibles las marcas de los cinceles. Este camino comienza en las inmediaciones de casa de Meca con algunos tramos tapados con el transcurrir del tiempo y otros limpiados en las últimas excavaciones, sobre todo a partir del algibe cimbrado de la falda del monte hast circunvar la meseta dando cobijo a una poblacion que se estima entre 6.000 y 10.000 habitantes, dedicados principalmente a la agricultura y comercio con los distintos pueblos. Al no haberse terminado la excavación aún hay muchas dudas sobre el enclave y una de ellas será la necrópolis, donde se obtendrían bastantes respuestas.. Se supone fue desmantelado por tropas de bajo imperio romano y luego utilizado por árabes y cristianos pero no ya como población (ciudad). Ya no el camino de acceso por carros, pues en la entrada flanqueada por dos torres, más una tercera en lo alto, se colocó un dintel con dos losas trabadas por una tercera a modo de grapa interrumpiendo las rodadas en ese punto. Piedra que aún sigue y da a suponer que ya no se utilizó el camino después. Las multitud de restos (bastante desmenuzados, se atribuye a trabajos agrícolas en la meseta) algunos griegos, afianzan una relación comercial con fenicios y otros pueblos mercantiles. Destaca también una cueva llamada del Rey Moro de difícil acceso donde manaba agua natural, aunque en poca cantidad. Cerca del aljibe hay otra fuente llamada de la Meca. También en las postrimerías de esta cueva hay pinturas rupestres, y es fácil ver fósiles. Estas cuevas estarian ocupadas desde la edad de bronce. El agua sería un bien escaso debido a la cantidad de silos, se ha visto que unos son comunales (los más grandes) y otros pertenecían a ricos y estarían en el interior de las viviendas. Algunas medidas son: Aljíbe público, próximo a la Cueva del Rey Moro. Largo, 15 metros; ancho, 3 metros; y aunque está cegado, tiene una profundidad de 4 metros. Aljíbe particular. Largo, 3,10 metros; ancho, 1,50 metros; también está cegado, y a pesar de ello conserva una profundidad de 2 metros. Gran aljibe (el mayor de Meca, algunos llaman “Trinquete”). Largo, 26,50 metros; ancho, 5 metros; éste una profundidad alrededor de 7 metros. Algunos tienen escaleras de descenso. Todo ello en un marco sobresaliente entre sabinares y piornales, atisbando desde su cumbre los amplios corredores cerealistas manchego-levantinos.
    Texto y fotos: J.R. Díaz






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