La Muela de Cortes

La Muela de Cortes
Una vez nuestra empatía con la Naturaleza nos respetó un día didáctico tras el fallido primer intento, los miembros de ANIDA, un cuerpo multidisciplinar y transversal, haya donde los haya (esto es para dar moral a la peña) nos condujeron hacia el pueblo de Cortes de Pallás, con una primera parada en Embarcaderos, sito en el embalse bajo la ciudad de Cofrentes. De allí y tras una pista rota que ya quisiera la carretera de Yecla-Fuente Alamo, dejamos los vehículos a la entrada del pueblo para acercarnos a la excursión propuesta que coincidía con el SLV-13 “Ruta de Cavanilles. La Cortada” en la Muela de Cortes.



Antonio José Cavanilles y Palop fue un botánico y naturalista español del siglo XVIII, influenciado por la ilustración francesa, adopto los métodos de Carlos Linneo para la clasificación de las plantas de la península Ibérica y otras traidas de las exploraciones de las Américas y demás latitudes, en 1795 visita Cortes y sube por esta ruta. Cavanilles es el principal precursor nacional de las teorías modernas sobre la ordenación de las plantas, así mismo precursor del aprovechamiento de los recursos naturales y el ahora llamado desarrollo sostenible, aplicando a su obra distintas disciplinas, biología, historia, geología, arqueología, etc. (igualico que nosotros), también ostentó el cargo de director del Real Jardín Botánico de Madrid.





La Muela es un inmenso altiplano entre 800 y 900 metros de altitud que alcanza los 1.015 m. sobre el nivel del mar en el Cinto Cabra, con una extensión aproximada de 15 x 20 km., y un total de 36.000 Ha. Declarada Reserva Nacional de Caza en 1973, la única de la Comunidad Valenciana, pertenece al denominado sector valenciano de la Cordillera Ibérica, la mayor parte del roquedo de Cortes de Pallás son calizas del cretácico superior. Allí abundan los ejemplares de cabra montesa (Capra pyrenaica hispanica), muflones, ciervos, introducidos posteriormente por el ICONA, el águila calzada, la real, o la culebrera... entre otras especies. La vegetación natural, se caracteriza por un estado bastante degradado, motivado fundamentalmente por la proliferación de los incendios forestales, la mayoría de ellos coinciden con la expropiación para dicha reserva de caza (dos de los más graves fueron: 1985 con 19.140 ha y 1994 con 25.930 ha) El territorio de Cortes de Pallás está formado por una vegetación de pino rodeno (Pinus pinaster) y pino carrasco principalmente, destaca en sus umbrías el fresno de monte (Fraxinus ornus), cornicabra (Pistacea terebinthus), el arce (Acer granatense), y en las zonas más deteriodadas: el brezo (Erica multiflora), jara blanca (Cistus albidus), adelfa (Nerium oleander), palmito (Chamaerops humilis), aliaga ( Ulex parviflorus),(como curiosidad esta última, favorecida por el fuego, apenas es nombrada por Cavanilles en su viaje por estas tierras). Parte del recorrido se hace por un camino empedrado de herradura que el Barón de Pallás hizo construir para acercarse a las tierras de la meseta de la Muela y aprovechar también sus recusos como la madera, ponerla en cultivo.... Este camino, llamado por algunos de los Moriscos, nos retrotrae a la historia, cuando el rey Felipe III, empujado por su valido el duque de Lerma y demás personajes, decretó la expulsión de los Moriscos (1609), dándoles "tres días" para su ejecución. La población morisca de todos los pueblos del Valle de Ayora-Cofrentes se refugiaron en las montañas de Cortes de Pallás. Tras un duro enfrentamiento con los tercios reales se rindieron en la Muela. Entre su patrimonio historico nos quedan las ruinas de los castillos como el de la Ruaya, el de la Pileta y en mejor estado el de Chirel todos ellos visibles en distintos puntos del recorrido.



Este, de un total de unos 10km, lo comenzamos a las 10:30 y terminariamos sobre la 15:20 horas. El nutrido grupo se fue alargando a medida que tomamos la senda hacia el arroyo de Cortes y la Fuente de Vicente donde las últimas lluvias nos dejaron ver unas espectaculares cascadas entre la fisuras y excrecencias de la roca calcárea. Divertido fue cruzarlo en dos ocasiones y una vez avistado el Ventano del Águila y tras zigzaguear hacia el paso de la Franca, (pasico el gato) respiramos aliviados el haber coronado esta meseta de 820 msn. Buscamos refugio bajo los pinos para un merecido yantar y descanso. Entre todo ello no faltaron las susodichas explicaciones oportunas y eruditas (hay que seguir dando moral) de los componentes de ANIDA. Más tarde un descenso por el sendero del Barón fue más distendido sabiéndose los objetivos cumplidos, reflejados en las sonrientes rostros del estirado grupo. La fuente del Chapole refrescó nuestros acalorados rostros, tras un final de jornada un tanto caluroso en una mañana que incluso amenazó lluvia, con unas cuantas gotas. La foto de grupo bajo los azulejos de la famosa batalla contra los moriscos puso fin a la actividad.
05-04-09

Organización: ANIDA
Coordinación: J.M. Esteban y J. R. Díaz
Colaboración: Rubén Cortés, J. Pujante, Oscar Marco, F. Rico y C. Lara