25 de febrero de 2008
Fauna y Arqueología (III). El verderón común de Los Torrejones
Detalle verderón y bellota:(Foto: L. Ruiz)
Artículo publicado en la revista de naturaleza y medio ambiente ATHENE, noviembre de 2007.
FAUNA Y ARQUEOLOGÍA (III)
EL verderón común de LOS TORREJONES
Liborio Ruiz Molina
Arqueólogo y Académico
En esta tercera entrega de la serie Fauna y Arqueología trataremos de nuevo de un ave y en relación de un yacimiento que ya tratamos en la primera entrega, en aquella ocasión, un ave zancuda (un calamón) y Los Torrejones; ahora es un ave de menor formato, un verderón común que posa sobre una rama de roble de la que penden tres bellotas, mostradas en un bajorrelieve ejecutado en una magnifica placa de mármol que debió formar parte del dintel de una puerta...
La pieza en cuestión fue hallada por Pedro Martínez de manera fortuita y como consecuencia de unas prospecciones superficiales llevadas a cabo en el año 1986. El lugar del hallazgo se localizaba en las proximidades de donde se vienen practicando excavaciones arqueológicas de manera sistemática.
El Contexto arqueológico
El yacimiento romano que responde al tipo denominado villa rústica, que se define como explotación agraria típica de época romana. Por lo general contaba con una zona monumental o señorial donde habitaba el propietario y una zona de servicio destinada a la mano de obra adscrita a la explotación. Este tipo de instalaciones constituyen el elemento básico para la romanización en tierras en el interior de la Península Ibérica.
En el término municipal de Yecla se han contabilizado un total cinco villas rústicas, que junto con la de Los Torrejones conforman el poblamiento romano en nuestra zona: El Pulpillo, Marisparza, Casa de la Ermita y Fuente del Pinar, a lo que demos de añadir dos emplazamientos más que responden al tipo de mansio, es decir, a un punto de parada (lo que podía equivaler a lo que entendemos por una venta) junto a una vía romana, en este caso el trazado de la Vía Augusta que unía por el interior Játiva con Cádiz, vía Cástulo (Jaén) y que a su paso por el actual término municipal de Yecla correspondería al actual trazado de la denominada Traviesa de Caudete, donde se localizan estas mansio en los parajes de la Casas de Almansa y la Casa de las Cebollas. De la primera contamos con un ejemplar de lápida funeraria del siglo I de nuestra era dedicado a Maltrepsi, una joven que falleció a los 18 años de edad. A la segunda pertenece una magnífica pieza de bronce que representa al dios menor romano Príapo.
Placa de mármol blanco. Pieza general. (Foto: L. Ruiz)
Desde un punto de vista cronológico todos estos emplazamientos cuentan con una misma secuencia de ocupación, es decir, siglo I a.C al siglo IV d.C, a excepción de Los Torrejones cuya ocupación se prolongará hasta fines del siglo VI y comienzos del siglo VII de nuestra era. En esas dos últimas centurias parece pudo producirse un fenómeno de concentración de población en torno a la villa de Los Torrejones, momento en el que se fortifica, abandonando, por tanto, el tipo de hábitat disperso que había caracterizado a este territorio en época Alto Imperial.
La villa de Los Torrejones al igual que en el resto de emplazamiento romanos referenciados se sitúa en un extenso llano, provista de tierras fértiles, bien abastecidas de agua y dedicadas fundamentalmente a la plantación de la vid y el olivo, es decir a la producción de vino y aceite.
El bajorrelieve del “pajarillo”
Bajo esta denominación se conoce un fragmento de placa de mármol blanco con veteado rosáceo de 26, 5 cm de longitud, 17,5 cm de ancho y 4,5 cm de grosor. En bajorrelieve se representa un pajarillo, identificado con un verderón común, que se posa en una rama de roble de la que penden tres bellotas. La pieza podríamos fecharla, probablemente, en el tránsito de los siglos I al II d.C. y debió formar parte del dintel de una puerta como elemento decorativo.
Hemos podido averiguar que el verderón común (Carduelis chloris) es de la familia de las Fringillidae y suele contar con unas dimensiones entre 14/15 cms. Es un pájaro de aspecto robusto y potente pico. El macho suele tener el plumaje verde amarillento, mientras que la hembra es más oscura, con el pecho y espaldas listados. El hábitat habitual es el bosque caducifolio y mixto, aunque también puede verse en huertos, parques y jardines; se trata de un pájaro granívoro, aunque también es consumidor de insectos en menor cuantía. Nidifican a partir del mes de abril, finalizando la época de cría en agosto. Realizan en este tiempo de dos a tres puestas, realizadas normalmente en los árboles (frutales, árboles situados en los parques, en las riberas fluviales).
Comparativa con fotografía de verderón común. (Foto: l. Ruiz)
En cuanto a la rama en la que posa el verderón, como ya se indicó, se identifica con un roble con su fruto: la bellota. Se trataría del denominado Quercus ilex subsp. ballota, árbol que crece en suelos húmedos, por lo que su presencia se circunscribe en la península Ibérica a áreas septentrionales y fuera de ella a zonas de umbría. Su fruto se produce en otoño y cae en invierno; es comestible y suele ser utilizado para el ganado porcino y en menor cuantía para el ganado caprino.
Los usos ancestrales del Quercus nos indican su utilidad como “casca” para curtir pieles, también algunas de sus variedades eran utilizadas para producir carbón vegetal. En cuanto a su fruto, la bellota, desde el Mesolítico ha sido utilizada como alimento si tenemos en cuenta su hallazgo en varios yacimiento de Euroasia. Aunque como se dijo servía y sirve de alimento para animales, la variedad dulce también ha sido utilizada para el consumo humano. Para este último caso debe hervirse, torrefactarse o asarse para eliminar el amargor de los taninos que contiene. Resulta fácil de almacenar de ahí que constituyese una buena reserva de alimento para los inviernos.
El geógrafo Estrabón nos refiere que las tribus de montañeses de la península Ibérica (desde los galaicos hasta los vascones y el Pirineo) comían bellotas durante dos terceras partes de año. Las secaban, las machacaban y las molían, haciendo una harina panificable, elaborando con ella un tipo de pan que podía guardarse durante mucho tiempo. En este mismo sentido el historiador Plinio, en su Historia Natural, nos indica que de la bellota que es alimento humano en Hispania, constituyendo esta en su época (siglo I d.C) el principal recurso alimenticio de muchos pueblos que obtenían un tipo de harina moliendo la bellota tostada cuando escaseaba el trigo. Incluso, nos dice, que comían la bellota como postre.
Al igual que ocurría con el calamón, que veíamos en la primera entrega de esta serie, otras especies, más comunes como la que ahora nos ocupa , debieron formar parte de la temática desplegada en el ostentoso ornato con que debió dotarse el propietario de la villa romana de Los Torrejones, símbolo sin duda de su extraordinario poder económico y que lo mismo optaba por animales exóticos como la zancuda de referencia, que por aves más comunes y corrientes en el paisaje de aquella época, como el verderón común, al que no sería difícil de observar entre los encinares o robledales del agro yeclano.
Bibliografía consultada.
AMANTE SÁNCHEZ, Manuel y otros. “La villa romana de Los Torrejones: introducción al estudio del hábitat ibero-romano en la Comarca del Altiplano (Yecla. Murcia)” Memorias de Arqueología, 4 .(1989) Murcia, 1993
MARTÍNEZ, Roque y otros. Atlas de las aves del Norte Murcia. Jumilla-Yecla. Yecla, 1996.
MARTÍNEZ , Roque y otros. Enciclopedia divulgativa de la Historia Natural de Jumilla-Yecla. Árboles singulares. Vol 4. Jumilla, 2003
ROLDÁN, José Manuel. (coordinador) Diccionario de la Antigüedad hispana. Madrid, Akal, 2006.
RUIZ MOLINA, Liborio. “El Amuleto fálico de la Casa de las Cebollas” Ciudad de Yecla, 12 (1988); “Hábitat y poblamiento rural romano en Yecla (Murcia)” Actas de las Jornadas de la jornadas de poblamiento rurra en el Sureste de Hispania (Jumilla, 1993). Murcia, 1995.
RUIZ MOLINA, Liborio y MUÑOZ LÓPEZ, Francisco. “Notas sobre la estación romana de la Casa de las Cebollas” Actas I Jornadas de Historia de Yecla. Yecla, 1986. Yecla, 1987
Páginas Web consultadas.
www.javierblasco.arrakis.es
Blog principal de ANIDA http://anidayecla.blogspot.com
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